Sheyla Delgado Guerra
Un nuevo proyecto de cooperación técnica de Japón con nuestro país —Extensionismo y difusión de tecnologías para la producción de semilla certificada de arroz— fue inaugurado oficialmente la víspera, con la donación de maquinarias entregadas por el Excelentísimo Señor Masuo Nishibayashi,Embajador de la nación asiática en Cuba.
Foto: Anabel Díaz Mena Como destacó el Señor Atsushi Tsukiyama, jefe de Cooperación Económica de la Embajada japonesa , numerosas maquinarias se han entregado en los últimos años y continuarán llegando.
El acto de entrega del equipamiento tuvo lugar en el Instituto de Investigaciones de Granos —sito en la provincia de Artemisa—, y las maquinarias beneficiarán a las áreas de las cinco provincias centrales que están inmersas en dicho convenio. También serán capacitados campesinos, productores estatales y los acogidos al Decreto-Ley 259 de esas locaciones.
«Este es un proyecto de gran importancia y algo muy simbólico para nuestras dos naciones, ya que el arroz es la base de la cultura alimentaria tanto de Cuba como de Japón», significó el Señor Nishibayashi.
El referido proyecto, que se extenderá hasta abril del 2016, abarca zonas en las provincias de Cienfuegos, Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey. Actualmente se encuentra en su segunda fase y tuvo como antesala el concluido en diciembre del 2010.
De acuerdo con el coordinador de Cooperación Técnica de la Agencia de Cooperación Internacional de Japón, Kenichiro Kawaji, además de la asistencia en el soporte tecnológico, la iniciativa comprende la capacitación a productores, y —al finalizar el periodo mencionado— deberán producirse aproximadamente 2 000 toneladas de semilla certificada del grano.
Según declaró Julio Andrés García Pérez, viceministro de la Agricultura, el Instituto de Investigaciones de Granos es el que mayor responsabilidad tiene con las metas del plan de la economía, entre los 15 de su tipo que posee el sistema agrícola cubano, al llevar la delantera en la estrategia de producción de los granos.
Desde los años 50, nuestro sistema agroproductivo del arroz recibe ayuda y asesoramiento de directivos y especialistas del archipiélago nipón —destacó Telce González, director del citado Instituto—, y hasta la fecha han sido muchos los expertos de la hermana nación que han pasado por nuestros campos aportando conocimientos y transferencia de tecnologías. Y transmitió un sentido agradecimiento en nombre de los arroceros cubanos, máxime cuando el proyecto se aprobó en medio de la etapa inicial de recuperación del pueblo japonés, tras el terremoto y el tsunami que impactaron la costa noreste del país, y desataron posteriormente el accidente nuclear de Fukushima.
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