Las brutales medidas que, al dictado de los poderes financieros, está tomando el PP contra todos los sectores de la población y el apoyo tácito del PSOE, escenificado en una oposición inexistente, están marcando en las encuestas el principio de un posible fin del bipartidismo.
Ante este panorama que en el futuro próximo conducirá a una mayor polarización contra el gobierno y a una movilización social que puede convertirse en explosión, se empiezan a oír voces que hablan de un gobierno de unidad o de grandes acuerdos de consenso pactados entre lo que la calle ha venido en llamar el PPSOE.
Que estos dos grandes partidos, con sus muletillas periféricas de CIU y PNV, mantienen una misma política en materia de Estado es evidente. Bastan unos pocos ejemplos para comprobarlo: la postura común sobre la OTAN, la reforma constitucional para sacralizar el pago del déficit, las grandes privatizaciones del patrimonio público, las diversas reformas laborales (dieciocho a día de hoy), la injusta ley electoral o el modelo de Unión Europea surgido del Tratado de Maastrich que entrega nuestra soberanía…
La desafección ciudadana ante estos dos grandes partidos que han monopolizado el poder político en los últimos treinta años es ya una crisis de régimen que hace saltar las alarmas sobre todo en un PSOE que, cuando se mira en el espejo griego, ve reflejado el mismo abismo por el que se despeñó el PASOK.
Entre los social-liberales aún se duda entre asumir un gabinete de concentración nacional o limitar la colaboración a pactos puntuales de amplio calado que traten, al menos, de salvar algo la cara para venderse en el futuro como recambio, ese donde poco cambia. Son los eternos trucos de prestidigitación para perpetuar la tranquila alternancia que nunca cuestiona los grandes intereses a los que se deben los dos. Porque sin aparentes diferencias, el juego bipartidista se esfuma.
En lo que atañe a la izquierda real también hay que utilizar el espejo griego, no tanto para imitar, sino para extraer conclusiones.
A mi juicio, en ningún caso se puede optar por ser la muleta bajo la que se apoye el PSOE para implementar la agresión de los poderes financieros contra España y su ciudadanía. Si por algo ha crecido Syrizaes por no traspasar esas líneas rojas, lo que les otorga la credibilidad necesaria para poder ser la esperanza de los que quieren, desde la soberanía nacional y popular, cambiar el rumbo.
No deberíamos descartar la formación de un frente político y ciudadano que con pocos puntos comunes pero claros y absolutamente irrenunciables como la creación de una banca pública, la paralización inmediata de los planes de la llamada austeridad y sus recortes, la auditoría de la deuda y la nacionalización de los sectores estratégicos, consigan aunar el sentimiento de protesta ciudadana y su expresión en las urnas.
Parafraseando a un amigo y compañero, «Claro que se puede».
Por Edmundo García*/Foto Virgilio Ponce-Martianos–Hermes–Cubainformación–Cubasolidaridad.- El “periodismo de riesgo” tiene una historia en Miami. Durante más de cuarenta años lo ha ejercido una minoría frente a los medios hegemónicos de la extrema derecha cubanoamericana. Le llamo de esa forma porque sus profesionales se han tenido que batir contra viento y marea desde alguna revista o tabloide, en unas pocas horas de radio, en varios minutos de televisión y ahora en Internet, frente a toda una estructura de medios vinculados al poder, cómplices en la manipulación de la información, en la mentira y en el uso de ofensas. Es valiente ese periodismo alternativo del que quiero hablarles porque los medios dominantes usan sus influencias en la presión sobre las empresas y comercios que deciden anunciarse en sus espacios para que se retiren y lanzarlos a la quiebra; porque cabildean para que boten a los periodistas con criterio propio de sus trabajos, sin importarles las consecuencias que esto puede tener en el destino de personas y familias. Pero le llamo así sobre todo porque la prensa alternativa de Miami ha sufrido ataques terroristas contra sus instalaciones, atentados contra sus periodistas e intimidación sobre sus profesionales y las personas que colaboran de un modo u otro con ellos. Esto sigue sucediendo cuarenta años después de la aparición, en la década del 60, de las primeras publicaciones que decidieron contrarrestar las mentiras sobre la revolución cubana propagada por la prensa derechista de Miami.
Sin intentar imponer un comienzo a este proceso, y consciente de que es un tema sobre el que siempre hay que volver aportando más hechos, cifras y anécdotas, empezaré este recorrido por la historia del periodismo alternativo en Miami por la revista Réplica, un proyecto del periodista Max Lesnik, quien hasta el día de hoy sigue informando en esta ciudad para sacar adelante la verdad sobre Cuba y Miami.
La revista Réplica se funda a fines de los años 60 con una línea editorial plural; incluía colaboradores de derecha junto a otros más moderados y del ala izquierda. A la par que introdujo posiciones objetivas que apuntaban a la aceptación de la revolución cubana como un hecho establecido, Réplica publicó críticas a posiciones de la URSS. A pesar de ello, fue objeto de presión por parte de los extremistas de la derecha cubanoamericana que no perdonan discrepancia alguna, hasta llegar a sufrir atentados, como los ocurridos en julio de 1975 y en 1981 donde el local de la publicación fue prácticamente destruido. El mayor atentado contra Réplica, con peligrosas cargas de C-4, fue preparado por la organización contrarrevolucionaria y terrorista Omega 7 cuyo jefe principal, Eduardo Arocena, fue detenido en 1983.
En entrevista con jóvenes cubanos que editan el blog La Joven Cuba, publicada en mayo del 2011, el mismo Max Lesnik explica que el objetivo inicial de Réplica no era abiertamente político, que más bien buscaba seguir el modelo de la conocida revista Bohemia, que junto a informaciones y artículos de opinión publicaba “entretenimiento, crucigramas, astrología y todas las cosas que hay en una revista general y de política le dábamos espacios a todos los segmentos, derecha, izquierda, centro. No había veto para que nadie opinara lo que quisiera.” Sin embargo, según dice su fundador, a Réplica le llegaron a poner 11 bombas; los terroristas intimidaron y hostigaron también a quienes la distribuían, unos 800 comercios bien establecidos, y así fueron minando su sostén económico hasta el punto de que lograron estrangular a la publicación.
Esto es importante, porque un periodismo alternativo en Miami no puede ni debe recurrir a subvenciones de agencias norteamericanas ni al Departamento de Estado para subsistir. La revista Réplica siempre fue muy celosa de su independencia y al revisar sus ediciones se puede comprobar que entre sus anunciantes predominaban los pequeños negocios hispanos, muchos de ellos cubanos: talleres de reparación de autos, restaurantes, farmacias, agencias de envíos de medicinas a Cuba a través de España y Canadá, estudios fotográficos, poncheras, etc. La derecha cubanoamericana de Miami, que dice ser anticomunista y capitalista, fue despiadada e inconsecuente con sus afirmaciones al no tolerar que este tipo de periodismo sobreviviera como empresa competitiva en el marco de los estándares del capitalismo norteamericano. Para ganar en la batalla informativa los extremistas miamenses no jugaron limpio, no mejoraron la credibilidad de sus fuentes, ni los análisis de sus periodistas, ni la versatilidad de sus locutores radiales, ellos recurrieron al terrorismo, a la intimidación y al descrédito.
Sencillamente, la derecha no soportaba la pluralidad de Réplica y parece que le incomodaba además su éxito; porque lo que había sido en sus inicios un tabloide que no llegaba a una decena de hojas, circulaba en 1972 como una revista consolidada de 48 páginas y gran variedad de anuncios. Porque la derecha de Miami es también envidiosa y le molesta la independencia de sus oponentes, a pesar de todo el poder que aparenta. La revista Réplica fue la gran alternativa al llamado periódico Patria, que sostenían en Miami los representantes del derrocado régimen del dictador Fulgencio Batista.
Coincidiendo con la época de postguerra de Viet Nam, en el año 1974, un grupo de estudiantes de post grado y jóvenes profesores cubanoamericanos fundan la revista Areito; un proyecto que los protagonistas coinciden en considerar como inspirado y encabezado por Lourdes Casal, una estudiosa de la cultura cubana, neoyorkina y habanera, como ella misma gustaba identificarse; con el concurso de otras figuras conocidas como Francisco Aruca. Ni Lourdes Casal, ni el grupo o la revista Areito, podían considerarse de tendencia comunista ni mucho menos. Se trataba de un proyecto lleno de matices, con distancia de la extrema izquierda y de la derecha. En el tema cubano Areito se caracterizó por creer en un encuentro con las raíces, un acercamiento a la patria y la vida en la isla. Sus principales promotores enfocaban objetivamente la realidad de la revolución cubana, la veían como un hecho consumado e irreversible. Aunque tampoco se puede soslayar que entre los colaboradores de Areito se podían encontrar admiradores del socialismo cubano y de la figura del Comandante en Jefe Fidel Castro.
Un repaso por la colección de Areito puede mostrar la diversidad de temas y autores. Una muestra: Lourdes Casal publicó al menos un cuento, un poema y un estudio sobre la política de “diálogo”; Raúl Alzaga publicó un estudio sobre la vivienda y el estado socialista; el poeta José Kozer un trabajo sobre Pablo Neruda; Carmela Mesa Lago sobre las relaciones entre Cuba y los Estados Unidos; Nelson Valdés sobre la interacción entre generaciones; Emilio Bejel un poema dedicado a la Brigada Antonio Maceo; Roberto González Echevarría sobre la obra de Alejo Carpentier; Eliseo Pérez-Stable sobre la medicina en Cuba; Jorge Domínguez sobre la tradición liberal y la emigración cubana; Marifeli Pérez-Stable sobre la vida universitaria en Gainesville; Dolores Prida publicó varios poemas; Albor Ruiz un cuento; Mirien Uriarte sobre el Escambray; además de reseñas, cartas, notas editoriales, etc. En conclusión, que el proyecto Areito de estos jóvenes no tenía nada que ver con el comunismo internacional y de ningún modo estaba al servicio de los intereses del gobierno cubano, ni siquiera seguía su política cultural. Puede verse a lo largo de su historia, que recoge decenas de números editados y actividades de diversos tipos.
Sin embargo, a pesar de su calidad intelectual y de que se trataba de estudiantes y profesionales por entonces muy jóvenes, muchos de ellos hijos y familiares de cubanos residentes en Miami, la extrema derecha les atacó con un odio incontenible. Existen anécdotas dolorosas sobre personas que se tuvieron que mudar a otras ciudades de Estados Unidos porque en Miami se le hacía la vida imposible; les ofendían en los restaurantes, les gesticulaban en lugares públicos, les hacían llamadas telefónicas amenazantes y a algunos, como al doctor Eliseo Pérez-Stable y al pintor Vicente Dopico, le llegaron a poner petardos explosivos contra su integridad física. En el programa “La tarde se mueve” el propio Vicente Dopico testimonió que Antonio de la Cova, convicto por otro caso de explosivos en una librería, llegó a lanzarles dos artefactos incendiarios por la ventana de la habitación de su hija pequeña.
En el año 1991 el periodista Francisco González Aruca funda en Miami la emisora Radio Progreso y lanza el programa “Ayer en Miami”, en el que a través de convincentes análisis desenmascaró las falsedades de la prensa miamense. En su espacio, que salía por la WOCN 1450, Aruca llegó a desarrollar habilidades muy apreciadas por una audiencia creciente, como la de contrastar las engañosas versiones en español con la información en inglés para mostrar la arbitrariedad, la discriminación y el racismo existente tras esas manipulaciones. Hizo periodismo de investigación, mantuvo corresponsales en Cuba como Manuel Alberto Ramy, y podía trasladarse hasta el lugar de los hechos en la isla lo mismo para cubrir un evento político o cultural importante, que para aclarar en directo las falsedades que se propagaban en Miami a partir de reportes de la llamada prensa independiente. Aruca llegó a entender como pocos cómo funcionaba la prensa manipuladora de Miami y probablemente haya sido el primero que advirtió sobre la conversión de los noticieros de Miami en programas de entretenimiento donde se servía la información política para dar placer a un sector de consumidores hecho a la medida de la derecha. El conductor de “Ayer en Miami” mostró un profesionalismo que los extremistas no le pudieron perdonar, motivo por el que se montaron contra él feroces campañas de difamación y amenazas, llegando a atentar contra el local de la emisora donde realizaba el programa; en una ocasión le rompieron una ventana y después golpearon a un joven técnico que allí trabajaba. Francisco González Aruca no ha cesado de denunciar la hipocresía de la libertad de expresión en esta parte de los Estados Unidos que se llama Miami, y hoy sigue siendo co-conductor del programa “La Tarde se Mueve”, además de fundador y promotor de la página digital “Progreso semanal”. Aquí colaboran intelectuales y firmas conocidas, como el profesor Max Castro, a quien por sus opiniones independientes le retiraron sus columnas en la prensa de Miami; y Lázaro Fariñas, quien hoy publica en periódicos de la isla, pero que antes enviaba regularmente colaboraciones a El Nuevo Herald de Miami, donde apenas le prestaron atención. Ahora los mismos que no quisieron publicar a Lázaro Fariñas en Miami, se molestan porque La Habana lo haga.
Por la WOCN 1450 también sobresalió como periodista el ya fallecido Álvaro Sánchez-Cifuentes con su programa “En alta voz”. Álvaro fue un gran cubano que con sus controvertidos comentarios despertaba a Miami cada mañana; era muy independiente en sus criterios y tenía un humor mordaz con el que desarticulaba a los extremistas de la derecha. Tras su muerte se dijo que era un “rebelde” natural, que quería poner en su lugar cada cosa que consideraba carente de razón; como el deseo de aquellos desatinados que un día insistieron en que el niño Elián González se quedara a vivir secuestrado en Miami, separado de su padre y su familia en Cuba. Álvaro no quería una Cuba aislada y defendió el contacto entre cubanos; también fue un incansable crítico del bloqueo a Cuba. En Miami le calumniaron con cualquier pretexto y le sabotearon el programa que tuvo que salir temporalmente del aire por falta de patrocinadores. Volvió a hablar para sus oyentes, por supuesto, porque la radio alternativa tiene también amigos que ayudan en los momentos más difíciles.
Hubo otros esfuerzos y protestas por romper el monopolio de la prensa que tenía la derecha de Miami. Nicolás Ríos editó la revista “Contrapunto”; él era un defensor del acercamiento a Cuba y publicó entrevistas y noticias vinculadas con el quehacer político y cultural de la isla. Padeció el mismo acoso que los otros y aunque no estrenó, también recibió el despectivo título de “dialoguero”. El periodista Andrés Reynaldo publicó un artículo titulado “Las Arpías”, que algunos consideran un clásico miamense, donde criticaba la intolerancia y el nepotismo de la derecha de Miami, por lo cual el mismo Jorge Mas Canosa lo llamó a una conferencia privada de la que salió convertido, hasta hoy, en uno de los periodistas más dóciles de Miami, responsable de haber convertido a El Nuevo Herald en el libelo que es hoy. También hay que recordar el caso de Luis Ortega, quizás el más punzante de los periodistas cubanos que han escrito en los Estados Unidos en esta última etapa; un crítico que apuntaba a las más distintas direcciones y que perdió su columna en la prensa local, según dicen algunos por cabildeo del auto titulado “liberal” Carlos Alberto Montaner.
Emilio M. Milián fue un caso extremo de intolerancia hacia el ejercicio del periodismo en Miami. Milán, ya fallecido, no era un simpatizante de la revolución cubana, pero tenía un programa muy escuchado en la WQBA titulado “Habla el pueblo” donde denunciada el terrorismo y la corrupción de la derecha contrarrevolucionaria de Miami. No los denunciaba por contrarrevolucionarios, los denunciaba por corruptos y terroristas. Por ejercer un periodismo con criterio propio, en abril de 1976 le hicieron un atentado con un artefacto explosivo en el que perdió sus piernas. Las secuelas físicas y emocionales que dejó este hecho en su familia han sido imborrables. Su hijo Alberto Milián, abogado, fiscal y ex miembro del ejército norteamericano, no ha dejado desde entonces de denunciar la violencia de los extremistas. Alberto Milián testificó por la parte acusatoria en el juicio al terrorista Luis Posada Carriles a comienzos del 2011 en El Paso, Texas, donde fue acusado solamente de mentir a las autoridades migratorias. Alberto Milián dijo y escribió claramente lo que pensaba sobre este asesino: “En mi opinión, Luis Posada Carriles es un terrorista.”
Otro caso de intolerancia tiene que ver con el controversial periodista Felipe Rivero, agudo y siempre enredado en polémicas pintorescas. Felipe Rivero militó en organizaciones contrarrevolucionarias, no era amigo del gobierno cubano, pero siempre se le reconoció independencia y virtudes nacionalistas. Entre todo esto, en un momento Felipe Rivero empezó a situarse en eso que llamaban tercera opción, que incluye la crítica a la extrema derecha de Miami. En 1984 Rivero sacó al aire por WRHC su programa “Trapecio”, en el que debatía con sus oyentes de manera abierta; se insultaban mutuamente, escandalizaba negando el holocausto, decía cosas disparatadas, pero le escuchaban. En una ocasión se le ocurrió hacer una manifestación contra el Miami Herald con un grupo de personas portando antorchas, aclarando burlonamente que respetaba la ley y no se le iba a ocurrir quemarlo. Pero lo que más molestaba del periodismo radial de Rivero era la crítica a poderosos personajes de la extrema derecha de Miami. En 1989, en WSUA, en un programa de participación llamado “El tribunal del pueblo” donde se pasaban por la cuchilla a figuras aparentemente intocables, Rivero sometió a “juicio” a Roberto Martín Pérez, a quien creía un “bully”, un intimidador. Efectivamente, según reportes de prensa, este acabó golpeando a Rivero en un restaurante de Miami. Después de esto, y una demanda, Rivero no pudo volver a su programa. Felipe Rivero no era un santo, pero tuvo el coraje de enfrentar a su riesgo a quienes llamó caudillos del radicalismo miamense.
Como decía al principio, esta es una historia sobre la que hay que volver siempre; solo he querido reunir algunos ejemplos para mostrar que el “periodismo de riesgo” se ha ejercido durante más de cuarenta años en Miami bajo amenazas y atentados contra personas e instalaciones. Ha recibido presiones de sus enemigos y, aunque parezca contradictorio, hasta de quienes se supone debieran ser sus amigos.
Algunas empresas y comercios de Miami no se anuncian en la prensa alternativa porque piensan de otra manera que nosotros, y eso se entiende. Algunas empresas y comercios que antes se anunciaban han dejado de hacerlo alguna vez porque no tienen un compromiso ideológico y ceden ante las presiones de la extrema derecha miamense, y eso también se entiende. Lo que no se entiende es que empresarios que supuestamente comparten ideas con la prensa alternativa, que es la única que realmente defiende sus intereses, les nieguen el apoyo o se lo retiren con falsas justificaciones de problemas económicos. Es lamentable, allá ellos con sus conciencias. Porque a pesar de todo, este periodismo alternativo existe y existirá en Miami. Hoy está en pie diariamente en Radio Miami, “Una tribuna abierta al servicio de la verdad”, dirigida por Max Lesnik y Lorenzo Gonzalo. También en “Progreso semanal”, una publicación de información y análisis político dirigida por el periodista Álvaro Fernández; y en el programa “La tarde se mueve”, que realizo junto a Francisco González Aruca.
À la montée des tensions sociales internes et aux relations déjà difficiles entre les gouvernements de Santiago du Chili et de La Paz provoquées par le différend maritime, sont venues s’ajouter les révélations de la presse sur une éventuelle installation de bases militaires US à la frontière du Paraguay avec la Bolivie.
Les événements des dernières semaines dans la région semblent confirmer l’existence d’un complot ourdi par l’administration des États-Unis pour tenter, à travers l’éviction du président Evo Morales, de s’attaquer au processus d’intégration que connaît actuellement l’Amérique latine, contraire aux intérêts hégémoniques d’une Maison-Blanche enhardie par le récent coup d’État perpétré contre le président paraguayen Fernando Lugo.
Les USA estiment que la Bolivie pourrait constituer le maillon le plus faible de la chaîne de pays que forment aujourd’hui un groupe important de pays engagés dans des processus révolutionnaires et de défense de leur souveraineté et de leur indépendance, et qui s’opposent à la stratégie de domination de Washington dans la région.
D’après les spécialistes, pour parvenir à matérialiser son nouveau plan pervers la Maison-Blanche compte sur le soutien de la droite gouvernante au Chili, qui a durci ses positions vis-à-vis de la Bolivie voisine, ainsi que sur celui des putschistes paraguayens financés par le Pentagone et les services secrets US.
Plusieurs dépêches ont révélé récemment qu’un député d’extrême droite impliqué dans l’éviction du président paraguayen Fernando Lugo avait négocié avec le gouvernement de Barack Obama l’installation de bases militaires nord-américaine à la frontière paraguayo-bolivienne.
Jusqu’à présent, Washington n’a pas réagi à ces révélations. Il s’agit-là d’un comportement typique chaque fois que les États-Unis se livrent à des manœuvres de déstabilisation ou à des agressions militaires contre n’importe quel pays du monde…
Ce complot US comporte en outre des actions subversives internes confiées à la droite traditionnelle bolivienne, affaiblie et discréditée, qui a été directement impliquée il y a quelques semaines dans une mutinerie policière dans ce pays, et dans l’exacerbation des conflits indigènes comme celui survenu dans la région de Tipris, pour créer une image de chaos et d’affaiblissement de l’organe exécutif du président Morales.
Bien entendu, la presse conservatrice bolivienne et les médias favorables aux putschs comme la chaîne de télévision CNN et le quotidien espagnol El País, qui appartient au groupe réactionnaire Prisa, sont censés jouer un rôle dans l’opération de déstabilisation menée contre la Bolivie.
Mais malgré Washington, qui méprise l’intelligence naturelle de la culture millénaire indigène, les autorités et le peuple boliviens suivent de près chaque pas de leurs adversaires – résolus à en finir avec le processus de changements en cours dans ce pays d’Amérique du Sud -, et travaillent en toute sérénité pour donner une réponse adéquate et opportune à chaque provocation.
Les comploteurs contre la Bolivie, qui sont du même acabit que les putschistes Paraguay ou de ceux qui continuent d’opérer contre le Venezuela ou l’Équateur, pour ne citer que quelques exemples de pays qui se trouvent aujourd’hui dans la ligne de mire de la Maison-Blanche, ne parviendront pas à leurs fins, le président Evo Morales bénéficiant aujourd’hui d’un soutien populaire suffisant pour déjouer leurs plans. •
LA caravane de l’amitié entre les États-Unis et Cuba fête cette années 20 ans de solidarité et de défi au blocus imposé par Washington à Cuba depuis plus d’un demi-siècle.
Le révérend Lucius Walker saluant Fidel à l’arrivée des Caravanes de l’Association d’amitié États-Unis-Cuba, après avoir bravé les nombreuses interdictions découlant du blocus.
Connue populairement comme la Caravane des Pasteurs pour la paix, pour l’implication de cette institution religieuse dans l’organisation de la collecte et de l’acheminement de l’aide humanitaire vers Cuba, la 23e édition de cette initiative solidaire, qui défie le pouvoir impérial, est attendue à Cuba.
Après avoir traversé 80 villes des États-Unis, des militants nord-américains et des personnes solidaires venues d’Allemagne, du Canada, du Mexique et du Royaume uni, apportent du matériel destiné, entre autres secteurs, à la santé et à l’éducation, deux des secteurs les plus touchés par le blocus.
Chaises roulantes, médicaments, matériels de premiers secours, matériel scolaire et sportif… ont été donnés par des villes étasuniennes pour Cuba, où le siège imposé par la Maison-Blanche a déjà causé des pertes supérieures à 975 milliards de dollars, selon des données officielles.
Le gouvernement des États-Unis n’est jamais parvenu à faire plier la volonté de fer du révérend Lucius Walker, décédé en 2010. Rien n’a pu le faire renoncer à son projet « Pasteurs pour la paix » destiné à manifester sa solidarité face au blocus économique criminel de la Maison-Blanche contre Cuba.
Des dizaines de tonnes d’articles très demandés par la population sont arrivées grâce au projet fondé en 1992 par le révérend étasunien Lucius Walker, décédé en septembre 2010.
La nouvelle édition de la Caravane de l’amitié sera l’occasion de rendre hommage à Lucius Walker et à d’autres militants qui se sont consacrés durant ces deux dernières décennies à briser le blocus nord-américain.
Il s’agit d’un projet d’inspiration chrétienne et évangélique, même s’il mobilise des personnes de bonne volonté indépendamment de leur croyance religieuse, a déclaré à Prensa Latina, Joel Suarez, coordinateur général du Centre mémorial Martin Luther King, une des institutions qui soutiennent le projet Caravane Pasteurs pour la paix, à La Havane.
« Quand le révérend Lucius Walker a débuté son projet Pasteurs pour la paix, son objectif était de passer outre l’enchevêtrement des lois et des contrôles qui conforment le blocus des États-Unis contre Cuba : une politique agressive, contraire à l’esprit évangélique, et avec un impact social sévère », a-t-il souligné.
«L’organisation Pasteurs pour la paix refusait de demander l’autorisation d’apporter du matériel à Cuba, parce qu’elle accomplissait un devoir évangélique et chrétien, un mandat divin, et rien ne pouvait lui interdire d’apporter de l’aide humanitaire à un pays assiégé », a-t-il poursuivi.
Depuis le début du blocus, aucune action en rapport avec Cuba – voyages, échanges… – ne peut se réaliser sans l’autorisation préalable du Bureau de contrôle des actifs étrangers (OFAC, pour ses sigles en anglais)
CARAVANES DE L’AMITIÉ : L’HISTOIRE
Des membres de Pasteurs pour la paix au passage de la frontière entre les États-Unis et le Mexique
Le projet Pasteurs pour la paix est né en 1988, à l’initiative de la Fondation interreligieuse pour l’Organisation communautaire (IFCO pour ses sigles en anglais), en réponse à l’agressivité de l’administration du président étasunien Ronald Reagan en Amérique latine, notamment en Amérique centrale.
Le responsable de l’époque, Lucius Walker, avait été blessé ainsi que 28 personnes – dont deux étaient décédés – pendant une attaque terroriste contre la Révolution sandiniste au Nicaragua, le 2 août 1988. Le jour suivant, Lucius Walker créait Pasteurs pour la paix, une organisation dont les principales actions se déroulèrent au Nicaragua, pour s’opposer à la politique d’ingérence de Washington dans la région.
Dès lors, les caravanes ont représenté une des principales actions de l’institution religieuse, la première d’entre elles à la veille de Noël 1988 apporta au peuple nicaraguayen 18 véhicules et 70 tonnes d’aide humanitaire.
Après l’échec aux élections des sandinistes, Pasteurs pour la paix a orienté ses initiatives pacifistes et solidaires vers Cuba. Un pays victime de l’agressivité de la Maison-Blanche, qui s’exprime à travers un blocus économique, commercial et financier mis en place dès le triomphe de la Révolution, le 1er janvier 1959.
En 1992 démarre le projet Caravanes États-Unis-Cuba contre le blocus, en coordination avec l’Institut cubain d’amitié avec les peuples.
Une centaine de personnes apportèrent à Cuba 15 tonnes d’articles – du lait en poudre, des médicaments, des bibles, des bicyclettes et du matériel scolaire.
Les autorités douanières nord-américaines ont maintes fois tenté de confisquer certains des bus scolaires jaunes offerts au peuple cubain, en témoignage de solidarité.
Sous la direction du pasteur Walker, les caravanes sont revenues à Cuba annuellement, et parfois plus d’une fois dans l’année. En réponse, le gouvernement étasunien tenta de confisquer les chargements ou d’empêcher leur arrivée à Cuba, outre les menaces d’amendes à l’encontre des militants de Pasteurs pour la paix.
Des grèves de la faim, des manifestations de solidarité aux États-Unis et dans la communauté internationale ont maintes fois obligé Washington à autoriser le passage de la caravane étasunienne.
PASTEURS POUR LA PAIX : L’ENGAGEMENT
Pour Joel Suarez, Pasteurs pour la paix représente une preuve d’engagement envers les causes justes et d’attachement aux principes évangéliques.
Ainsi, il a rappelé les moments vécus par les membres de la Caravane tout au long de leur combat pour défier le blocus et dénoncer les conséquences de la politique de blocus nord-américain sur la société cubaine.
« Je me souviens, a-t-il raconté, des semaines de grèves et de manifestations en 1993 et 1996, quand le gouvernement étasunien avait saisi un des bus scolaire et des ordinateurs destinés à Cuba. »
Pendant la Caravane en 1993, des officiers du Trésor ont saisi un bus scolaire jaune au passage de la frontière de Laredo, au Texas, sous prétexte que « Fidel pouvait l’utiliser comme véhicule militaire »
Les 13 militants à bord du véhicule décidèrent de rester jusqu’à ce qu’il soit restitué, et commencèrent une grève de la faim qui dura 23 jours.
Une mobilisation internationale dans 20 villes, des appels et des messages à Washington, ainsi qu’une manifestation en face du Bureau des intérêts des USA à La Havane permirent d’obtenir la restitution du véhicule.
Trois ans plus tard, la 6e Caravane apporta 400 ordinateurs destinés à renforcer un réseau d’échanges entre des médecins et des spécialistes de la santé.
Le gouvernement de États-Unis confisqua tous les équipements à la frontière de San Diego, une mesure qui provoqua de nouvelles manifestations des militants et de la solidarité.
Les manifestations contre la confiscation des ordinateurs se déplacèrent de San Diego à Washington, jusqu’à ce que 94 jours plus tard, les pressions obligèrent les autorités nord-américaines à rendre les ordinateurs.
Selon le coordinateur du Centre mémorial Martin Luther King, le révérend et ses compagnons méritent un hommage permanent pour avoir exprimé leur solidarité et défendu des principes chrétiens, comme la miséricorde et la solidarité, au-delà de toute barrière humaine.
« Nous avons à Cuba des témoignages vivants de la présence permanente de Lucius Walker et de ceux qui l’ont accompagnés, et qui l’accompagnent aujourd’hui encore dans les Caravanes Pasteurs pour la paix
« Les bus scolaires jaunes – apportés par Pasteurs pour la paix – couverts de graffitis, de couleurs et de slogans sont un témoignage vivant du défi à cette politique antiévangélique que représente le blocus. », a-t-il conclu. (PL)
NICOLAS Guillén (1902-1989) est considéré pour son l’ensemble de son œuvre comme notre Poète national. Ses poésies recèlent cette originalité singulière, que l’on peut qualifier d’essentiellement cubaine.
Guillén a non seulement introduit le thème des Noirs dans la poésie de langue espagnole, mais il a aussi su traduire pleinement l’esprit de lutte qui anime les êtres humains, et leurs espoirs de conquérir une société plus juste.
Journaliste fécond et infatigable depuis les années 20, il travailla au journal El Camagüeyano, où il était responsable de la section Pisto Manchego dans laquelle il mêlait, avec beaucoup d’esprit, des questions d’actualité nationale et internationale avec des publicités pour des produits commerciaux. Jamais il n’abandonna le journalisme.
Tout jeune, il participe activement à la vie culturelle et politique, ce qui lui vaut d’être exilé à plusieurs reprises. À La Havane, il fait la connaissance d’intellectuels comme Federico Garcia Lorca (invité par Fernando Ortiz pour un cycle de conférences), et du grand poète noir nord-américain Langston Hughes, dont l’amitié aura une influence déterminante sur son œuvre.
En 1930, il écrit Motivos del son, des poèmes qui, après leur publication dans le journal Diario de la Marina, lancent le nouveau poète dans une célébrité quelque peu polémique, mais qui aura un large retentissement dans le public. L’année suivante, il publie Songoro cosongo : poèmes métisses, un recueil plus artistique, à la technique plus élaborée. Une réflexion sur la culture cubaine qui inclut Los Motivos. Considéré comme son premier livre, il lui ouvre les portes de la consécration.
Dans la préface de Songoro cosongo, Guillén écrit :
« Pour finir, je dirai que ces vers sont des vers métisses. Sans doute partagent-il les mêmes éléments qui entrent dans la composition ethnique de Cuba, où nous sommes tous un peu des néfliers. Est-ce douloureux ? Je ne le pense pas. En tout cas, il faut le dire avant que nous l’oubliions. L’injection africaine dans cette terre est si profonde, et tant de courants capillaires se croisent et s’entrecroisent dans notre hydrographie sociale bien irriguée, que ce serait un travail de miniaturiste de démêler ce hiéroglyphe.
En 1934, il présente un nouveau recueil de poèmes West Indies Limited, où il s’oriente vers des positions chaque fois plus critiques à propos du déséquilibre social et économique de Cuba.
Il se rend au Mexique le 19 janvier 1937 pour participer au congrès de la Ligue des écrivains et des artistes révolutionnaires du Mexique. Il fréquente des artistes comme Silvestre Revueltas, Diego Rivera, David Alfaro Sequeiros, et d’autres. C’est à cette époque qu’il publie un recueil de poèmes à forte inspiration populaire : Cantos para soldados y sones para turistas (Chansons pour soldats et sones pour touristes, avec une préface de Juan Marinello.
Cette année-là, il participe au 2e Congrès des écrivains pour la défense de la Culture, à Barcelone, Valence et Madrid, en pleine guerre civile espagnole. L’éditeur Manuel Altolaguirre publie son livre : España. Poema en cuatro angustias y una esperanza (Espagne. Poème en quatre angoisses et une espérance) ; il se lie d’amitié avec des intellectuels espagnols et étrangers parmi les plus renommés : Antonio Machado, Miguel Hernandez, Pablo Neruda, Ilya Ehrenburg, Rafael Alberti, César Vallejo, Leon Felipe, Juan Chabas, Octavio Paz, Tristan Tzara, Anna Seghers, et Ernest Hemingway, dont il a fait la connaissance à Cuba.
Au fil de ses publications il évolue rapidement vers des préoccupations politiques et sociales, et publie El son entero (1947) et La paloma de vuelo popular (1958), qui réaffirment son engagement avec Cuba et l’Amérique, mais aussi avec l’Espagne. Poema en cuatro angustias y una esperanza, écrit sous le choc de la guerre civile espagnole et l’assassinat de Federico Garcia Lorca, ou Elegia a Jesus Menendez, en hommage au leader ouvrier cubain, avec qui il maintenait des liens d’amitié et de collaboration.
Au triomphe de la Révolution cubaine, Nicolas Guillén qui se trouve à Buenos Aires, revient immédiatement à Cuba. Deux ans plus tard, au 1er Congrès national des écrivains et artistes de Cuba, il est élu président de l’Union des écrivains et des artistes de Cuba (UNEAC), une responsabilité qu’il assumera jusqu’à sa mort.
Pendant cette période, il publie Tengo (1964), Poemas de amor (1964), El gran zoo (1967), Cuatro canciones para el Che (1969), La rueda dentada, Diario que a diario (1972), El corazon con que vivo (1975), Por el mar de las Antillas anda un barco de papel (1978), et Elegias (1977).
À l’occasion du 110e anniversaire de sa naissance, la Fondation Nicolas Guillen a organisé un Colloque durant lequel ont été analysés les différents aspects de son œuvre. Nicolas Hernandez Guillen, président de cette institution, nous a reçu pour un bref entretien dans les jardins de l’UNEAC.
L’œuvre de Nicolas Guillén a plusieurs facettes : poésie noire, amoureuse, élégies. Quelle est la plus accessible aux jeunes du 21e siècle ?
Peut-être pour une première lecture, ce serait la poésie amoureuse. L’amour est un sentiment que tout le monde éprouve à un certain moment. La poésie de Guillén est impressionnante, avec plusieurs niveaux de lecture, certains très simples, qui peuvent émouvoir, toucher le sentiment des gens de façon très directe. C’est pourquoi, la poésie amoureuse de Guillén pourrait être une lecture attirante pour les jeunes, et plus encore si l’on tient compte que pendant de nombreuses années, ce fut une partie de sa poésie peu divulguée.
Mais je pense qu’à d’autres moments, on peut lire « la poésie noire », bien que Guillén n’ait jamais été d’accord pour qu’on parle de « poésie noire », s’agissant de la poésie dans laquelle il abordait le problème de la présence du Noir à Cuba. Ce qu’il recherchait, c’était une poésie cubaine. À mon avis, les réflexions de Guillén, à partir de la poésie, sur ce qu’est Cuba ont une importance majeure. Je suis persuadé qu’une lecture plus attentive attirerait des jeunes, pour la vivacité et la profondeur avec lesquelles il a saisi les essences nationales de ce pays.
J’insiste, il ne s’agit pas de « poésie noire ». Guillén savait parfaitement que le langage matérialise la pensée, que d’une certaine manière, ta façon de t’exprimer conditionne et, réciproquement, ta façon de penser conditionne ta façon de t’exprimer. Guillén pensait qu’une poésie uniquement noire, nettement africaine, en langue espagnole était impossible, et ce seul fait témoigne de la présence dans son œuvre d’un héritage, d’une culture qui s’exprime dans cette langue.
Par ailleurs, ce qu’il tentait de faire ressortir, c’est le caractère métisse, ni noir, ni blanc, ni chinois, ni indien, car de nombreux autres composants ont contribué à la formation de cette culture. Guillén souhaitait que ces deux courants principaux aient la même dimension, et il a commencé à agir à un moment où le courant africain était méconnu, dénigré, sous-estimé par la culture dominante. Il a donc pris la défense de ce qui était juste et nécessaire à ce moment-là. Il a toujours envisagé une poésie cubaine, qui exprime l’essence de la nation.
Parlez-nous du Colloque.
Nous l’avons dédié au 110e anniversaire de sa naissance, et nous avons réfléchi sur l’héritage de son grand-père espagnol. En avril, le colloque était dédié principalement à l’héritage de son grand-père africain, car cette année coïncidait avec deux événements importants : le bicentenaire de la Conspiration de Aponte et le centenaire de la révolte armée et le massacre des Indépendants de couleur. Nous en avons profité pour mettre en garde sur la persistance des préjugés, de la discrimination, et même des violences liées à la couleur de la peau comme ce fut le cas aux États-Unis où le jeune Trevor Martin a été assassiné il y a quelques mois.
La rencontre du mois de juillet a été consacrée à l’héritage espagnol, à partir du séjour de Nicolas Guillen en Espagne en 1937. Il n’a cessé de considérer sa présence dans ce pays pendant la Guerre civile comme un des cinq événements qui ont le plus marqué sa vie. Après avoir adhéré au Parti communiste, il séjourne plusieurs mois en Espagne, et il écrit plusieurs reportages et chroniques passionnants sur les luttes contre le fascisme menées par le peuple espagnol.
Les spécialistes ont évoqué son poème dédié à l’Espagne, à l’héritage qu’il a reçu de la grande poésie espagnole du Siècle d’Or, et à sa relation avec des intellectuels comme Rafael Alberti, Garcia Lorca, Altolaguirre, Miguel Hernandez. Avec tous, il a entretenu des relations qui, d’une façon ou d’une autre, l’ont influencé et l’ont accompagné tout au long de sa vie, comme c’est le cas de Rafael Alberti.
Nous avons également parlé de la présence à Cuba d’un groupe important d’intellectuels espagnols qui ont dû fuir l’Espagne après la victoire du fascisme et qui se sont réfugiés à Cuba. C’étaient des hommes bons, au talent immense. Mais, une des dispositions de notre université de La Havane interdisait d’engager des professeurs étrangers, si bien qu’ils n’ont pas pu bénéficier du milieu de vie qui leur correspondait, compte tenu de leurs connaissances et de leur talent.
L’Université n’a pas pu les accueillir ; ils sont allés au Mexique, en Argentine, et dans d’autres pays, mais certains ont laissé leur empreinte à Cuba, dans le monde de l’édition par exemple, comme Manuel Altolaguirre.
Revenons à la première question. Nicolas Guillén est notre Poète national. Pensez-vous que les jeunes s’approchent de son œuvre ?
Ils y viennent peu à peu. Depuis la disparition de l’Union soviétique et du camp socialiste, la pensée a évolué vers la droite, au niveau mondial ; Guillén a été un peu oublié, pas par nous, bien sûr. La Fondation, s’est constituée au début de la Période spéciale, en 1991. Nous étions convaincus de l’énorme importance et de la valeur immense de la poésie de Guillén pour la nation cubaine, mais je crois en effet que la société cubaine a été le reflet de ce qui se passait au niveau mondial.
Nous savions qu’il s’agissait d’un mouvement pendulaire. Ainsi, pour la troisième fois, nous tenons une session à l’Université de La Havane pendant le Colloque et le Festival de musique et de poésie. Cette année, les participants ont écouté avec étonnement un groupe de quatre étudiants de 4e année, qui ont disserté sur le recueil Diario que a diario. Ils ont été brillants, pleins d’originalité. C’est pourquoi, je crois que les études sur Guillén sont assurées dans l’avenir. On ne cessera pas d’étudier et d’apprécier Nicolas Guillén à Cuba. Ce serait en quelque sorte un suicide culturel, et je suis certain que cela n’arrivera jamais. »
Personne d’autre que Salvador Bueno (1917-2006), essayiste, chercheur littéraire, qui fut directeur de l’Académie cubaine de la Langue, pour faire la synthèse de l’importance de l’œuvre de Nicolas Guillén : « Toute son œuvre créatrice est destinée à consacrer une authentique poésie cubaine, qui traduit un profond sentiment populaire. Établi auprès de notre peuple, homme du peuple, il a conçu, par son propre mérite, une production lyrique aux origines espagnole et africaine. Dès ses premiers ouvrages, ses lecteurs ont ressenti ce vibrant colorisme, cette musicalité élégante, le rythme africain associé aux éléments folkloriques espagnols. Des traits fondamentaux qui n’ont pas été oubliés mais ont été intégrés radicalement à sa poésie sociale postérieure. De telle sorte que le poète camagüayen est parvenu à une poésie essentielle qui symbolise notre nationalité… »
UN des lieux les plus emblématiques du tourisme cubain est en fête : le mythique bar-restaurant Le Floridita, berceau du cocktail Daiquiri, célèbre les 195 ans d’une légende singulière que tout touriste venu découvrir la perle des Caraïbes désire connaître. Un lieu marqué par la présence du romancier nord-américain Ernest Hemingway (1899-1961).
Le personnel du Floridita est resté fidèle à la tradition de cet établissement, fondé il y a 195 ans, et appartenant à l’entreprise extra hôtelière Palmares
Situé à l’angle des rues Obispo et O’Reilly – les plus cosmopolites et animées de La Havane – dans le quartier Montserrate, au cœur de la Vieille Havane, cet établissement a une histoire qui remonte au 6 juillet 1817, lorqu’un commerçant espagnol entreprenant ouvrit une taverne qu’il appela La Piña de Plata (L’Ananas d’argent).
Andrés Arencibia Mohar, l’actuel directeur du Floridita, indique à Granma international qu’à cette époque, l’établissement, qui était situé près d’une des portes de la Havane, était un passage obligé pour de nombreux passants qui venaient y étancher leur soif en buvant de l’horchata (boisson d’origine espagnole à base de souchet), et déguster des sandwiches. « Lorsque la glace apparut à La Havane, on commença à l’ajouter à l’eau-de-vie et au rhum… et c’est ainsi que sont nés les cocktails. »
Et d’ajouter que pour faire face au succès immédiat et à la popularité, Andrés Arencibia annexa à la Piña de Plata un local voisin. Plus tard, on y installa un superbe comptoir d’acajou, vieux aujourd’hui de plus de 115 ans. De nos jours, l’entrée principale donne sur l’angle de l’avenue Belgica (anciennement Montserrate) et de La rue Obispo.
Le bar prit un nouveau nom : Le Florida. Avec le temps, sa clientèle l’appela Le Floridita. Depuis les années 50, le lieu a conservé sa décoration style Régence, toute en élégance discrète et d’une extrême robustesse, d’une grande sobriété, au travail de marqueterie d’un goût remarquable.
Fidèle à la tradition du barman d’origine catalane Constantino Ribalaigua y Vert, le Floridita propose à sa clientèle un choix de 17 daiquiris.
LE MYTHE
En 1914, un Espagnol d’origine catalane Constantino Ribalaigua y Vert (1888-1952) débarque à La Havane en mal de fortune. Comme nombre de ses compatriotes, Constantino s’installe définitivement à Cuba, captivé par la douceur de la Caraïbe. Et dans son cas… il entre dans l’histoire quatre ans plus tard en devenant propriétaire du Floridita, où il avait été engagé comme barman.
Le Catalan est un débrouillard qui sait qu’il doit se démarquer des autres établissements. Connaissant tous les secrets du comptoir, il trouve rapidement une solution. Il propose une boisson, élaborée dans un shaker : le daiquiri, déjà très populaire dans la région orientale. Il importe des États-Unis la première machine à broyer la glace et il se lance dans la recette du Daiquiri Floridita, en mettant tout son art à combiner les saveurs : 5 centilitres de rhum, une petite cuillérée de sucre, le jus d’un demi citron vert et 5 gouttes de Marasquin, servi dans un verre givré à bord large, avec des glaçons frappés. Et miracle, le Daiquiri Floridita, véritable symbole de la cocktailerie cubaine vient de naître… Rapidement le lieu est connu comme « La cathédrale du Daiquiri » et Constantino Ribalaigua, le barman Constante, comme l’appelle les Cubains, comme le Roi des cocktails.
L’Espagnol Enrique Gutierrez considère qu’il n’existe aucun autre bar dans le monde comme le Floridita.
Selon Arencibia Mohar, des cocktails aussi célèbres que le Daiquiri Havana Spécial ont été créés par les barmans du Floridita, qui maintiennent vivante la tradition, si bien que l’actuelle carte des cocktails du bar-restaurant, où ont défilé plusieurs générations de Cubains et d’étrangers, connus ou non, propose aux clients 17 daiquiris différents.
Il faut dire que le Floridita recèle de passionnantes anecdotes sur l’histoire de La Havane, de ses plus célèbres visiteurs, que ce soient des personnalités de la culture, de la politique, de l’art, ou de la vie sociale, qui se sont régalés de ses excellents cocktails et de ses plats exquis à base de poissons et de fruits de mer, élaborés par des maîtres de la cuisine internationale et cubaine. Une cuisine de chef qui porte un sceau unique et qu’on ne peut trouver que dans ce lieu, entre ces murs que le passage du temps a épargnés.
« Déjà en 1953, le magazine Esquire classait Le Floridita parmi les 7 bars les plus célèbres du monde, avec le Pied Piper Bar de San Francisco, le Ritz de Paris et de Londres, le Raffles de Singapour, le Club 21’s de New York et le Bar de l’hôtel Shelbourne à Dublin, alors qu’en 1992, l’Académie nord-américaine de Sciences gastronomiques lui attribuait le prix Best of the Best Five Star Diamond Award, le reconnaissant comme le Roi du Daiquiri et un des restaurants spécialisés en poissons et en fruits de mer parmi les plus représentatifs », rappelle Arencibia Moha.
Le romancier Ernest Hemingway, de nouveau attablé au comptoir de son bar favori, devant un daiquiri. (Photo archives).
Cependant, un personnage ne saurait manquer à cette histoire. Sans lui, le daiquiri ne serait pas ce qu’il est aujourd’hui. Il s’agit d’Ernest Hemingway, l’écrivain et journaliste nord-américain, un des principaux romanciers du 20e siècle, lauréat du prix Pulitzer en 1953, et du prix Nobel de littérature pour l’ensemble de son œuvre.
On attribue à Hemingway, le plus assidus des clients de l’établissement, cette phrase : « Mon mojito à La Bodeguita, mon Daiquiri au Floridita. »
Il faut dire que c’est à lui qu’on doit le succès définitif et international du cocktail. Il attira au Floridita nombre de ses amis connus dans le show biseness nord-américain, faisant du bar-restaurant un des comptoirs les plus célèbres du monde, et le centre de ses fêtes et rencontres.
Dans le sillage d’Hemingway, de nombreuses personnalités passèrent par le Floridita : les Ducs de Windsor, Gene Tunney, Jean Paul Sartre, Gary Cooper, Luis Miguel Dominguin, Tennesse Williams, Charles Scribner, Spencer Tracy, Rocky Marciano, Marlene Dietrich, Ava Gadner, Samuel Elliot Morrison, Buck Lanham, Hebert Matthews et Errol Flynn, entre autres.
On élabora un cocktail spécial portant le nom de l’auteur de Pour qui sonne le glas : le Daiquiri Hemingway « Papa » Spécial : double rhum, sans sucre, jus d’un demi-citron, quelques gouttes de jus de pamplemousse, glace pilée, et une demi-cuillérée de marasquin.
Dès l’entrée dans la salle, la présence de l’écrivain est palpable. Deux artistes cubains Fernando Boada, d’abord, et José Villa Soberon plus récemment, ont immortalisé l’inoubliable présence de l’auteur de l’Adieux aux armes au Floridita. On découvre, près de la première table à gauche du comptoir où l’écrivain – vêtu d’un short et chaussé de sandales – avait coutume de s’asseoir pour déguster son daiquiri préféré : le Papa Doble Spécial, une sculpture en bronze, de taille normale : Hemingway accoudé au comptoir, une œuvre de Villa Soberon de 2003, et un buste réalisé par Boada en 1954.
Le site internet Tripadvisor place le Floridita à la 27e place au classement de ce type d’établissements dans le monde, alors que le magazine Drink international le situe parmi les 50 meilleurs bars.
Aux célébrités d’hier s’ajoutent celles d’aujourd’hui. Ainsi Paco Rabanne, Joaquin Sabina, Silvio Rodriguez, Javier Sotomayor, Naomi Campbell, Kate Moss, Matt Dillon, Danny Glover, Jack Nicholson, Giorgio Armani, Ornella Muti, Alicia Alonso, Gianni Mina, Jean Michael Jarre, Fito Paez, Cecilia Roth, Francis Ford Coppola, Jean-Paul Belmondo, ainsi que des milliers de touristes sont venus prendre un verre à la seconde Maison d’Hemingway à La Havane.
Lors de la visite de Granma International au Floridita, se trouvait un Espagnol âgé de 83 ans, Enrique Gutierrez. Une légende dans le monde de la cocktailerie puisqu’il fut vice-champion du monde en Argentine en 1964, champion du monde en 1967 à Palma de Majorque et champion d’Europe en 1981. Son premier enseignement, il le tira précisément d’un livre sur les secrets du daiquiri et autres cocktails du Floridita, qu’il a conservé comme un trésor tout au long de ces années.
Il n’était jamais venu à Cuba, et il profite d’une escale à Cuba en route pour le Panama pour faire une visite au Floridita. « Je connaissais le Floridita de nom. Une référence ! Le berceau du daiquiri, et tout ce que représente ce bar. Vraiment, il n’y en a pas d’autre dans le monde comme celui-ci. Je ne pouvais pas manquer d’y venir », ajoute-t-il aimablement, assis près de sa femme Guadalupe Revuelta Gonzalez.
Les moments inoubliables sont nombreux, comme celui que raconte Ariel Valdés Vervia, le capitaine du restaurant Floridita depuis 15 ans, qui eut la responsabilité de s’occuper de l’ancien président nord-américain James Carter, prix Nobel de la paix, quand il visita l’établissement en 2002 et 2011.
Aujourd’hui, le Floridita arrive à la 27e place du classement des meilleurs bars-restaurants du monde du site Internet Tripadvisor, alors que le magazine britannique Drink international le situe parmi les 50 meilleurs bars de la planète.
Les 55 employés du Floridita, dont le maître sommelier Orlando Blanco, les serveuses Marisol Rodriguez Rigau et Maidelin Matos, les barmen Abel Viera Oliva et Manuel Carbajo Aguiar assure quiconque pousse la porte du Floridita de trouver une attention et un service qui le fera se sentir comme le Roi du monde, de découvrir les plaisirs du palais et de la gastronomie. Comme beaucoup d’autres, le visiteur sera conquis par ce lieu majestueux qui offre depuis de longues années, un daiquiri plus cubain que jamais.
El libro Diario de Guerra, la más reciente obra del periodista, escritor e historiador cubano Marino Rodríguez, que se presentará muy pronto en esta capital, aún tiene olor a tinta fresca.
Un texto que al decir de su autor es «una suerte de trampa que atrapa al lector interesado en conocer algo más sobre la vida del guerrillero de América, Ernesto Che Guevara».
Rodríguez se encuentra en la Ciudad de México a propósito «de un guión para cine sobre Tania, la guerrillera, y uno más que está terminado sobre otro de mis libros: Escape a balazos», dijo en entrevista con Prensa Latina.
Acerca de Diario de Guerra comentó que «la presentación oficial no se ha hecho, pero ya circula por las diferentes librerías del país».
Este material «tiene su historia, como todos. Se trata de una serie de entrevistas con Dariel Alarcón (Benigno), uno de los seis sobrevivientes del combate del 8 de octubre en La Quebrada del Yuro, en Bolivia, donde fue asesinado el Che», señaló.
Pero en este caso «se aportan nuevos elementos inéditos sobre la campaña del guerrillero argentino-cubano», aclaró Rodríguez, quien explicó que gracias a la «gran memoria del testimoniante se recrean mucho más los pasajes del publicado Diario del Che».
Por ejemplo, «se conocen más detalles del día 10 de abril de 1967, y menciono esta fecha porque fue cuando cayó en combate Jesús Suárez Gayol, inolvidable camagüeyano, refiere Marino, natural de esa parte del este de Cuba.
Así que «el mayor valor que le atribuyo a Diario de Guerra es que recrea con más exactitud cosas que pasaron, que el tiempo pudiera llevarse y que se han rescatado para la historia».
Justamente, el libro tiene una presentación del escritor mexicano Paco Ignacio Taibo II que destaca ese detalle de «las cosas que se aportan, hasta ahora desconocidas de la campaña del Che en Bolivia».
Rodríguez enfatizó que no pudo desprenderse «de ofrecer algo de poesía en lo que escribí, por lo tanto como ya he comentado con anterioridad de los elementos líricos me declaro culpable».
Para este camagüeyano (nació el 19 de mayo de 1935), el «Che está más vivo que sus asesinos», y al enfatizar acerca de libros queridos afirmó invariablemente es Con la adarga al brazo (1972), porque es el primer intento biográfico que se hace sobre el Che en América Latina».
Sin embargo, hizo una rápida acotación «mi otro libro más querido es Tania, la guerrillera del Che».
Marino Rodríguez, se declaró «incansable ante el deseo de escribir». Tiene, con este que recién ve la luz, más de una decena de obras, entre ellas además una novela (Después de la Z) y tres de cuentos, publicados en Cuba, México, Francia, Argentina, Uruguay y Chile.
Cuando casi concluye el diálogo, salta la pregunta, y el Che qué es para ti: «El que cada día –porque cada día lo recuerdo–, me ayuda a ser un hombre mejor, a ser un hombre bueno». (PL)
Amelia Duarte de la Rosa, enviada especial Foto de la autora
PUERTO PRÍNCIPE.— Colaboradores de la misión estatal cubana en Haití, médicos haitianos formados en Cuba y graduados de la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM) celebraron, en un emotivo acto de conmemoración, el aniversario 59 de los Asaltos a los Cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.
Convocados por el grupo de trabajo del Partido Comunista de Cuba, los profesionales de la salud, ingenieros, maestros, entrenadores, veterinarios y técnicos en construcción, pesca y agricultura, que componen las distintas misiones que laboran en la nación caribeña, reafirmaron su compromiso con la Patria y con el deber de trabajar en el hermano país por un futuro mejor.
Durante el acto, la Brigada Médica Cubana recibió de manos de Liliana García Socarrás, encargada de negocios de la Embajada cubana en Haití, un diploma del Ministerio de Salud Pública de Cuba, por segundo año consecutivo, en reconocimiento a su destacada labor.
La jornada también contó con las intervenciones de los doctores Carlos Campos, joven colombiano graduado de la ELAM, y Jean Dully, médico de este país que habló en representación de los más de 700 haitianos que se han graduado de Medicina en Cuba.
Las palabras de clausura estuvieron a cargo de Ernesto Veloz Atencio, jefe del grupo del PCC, quien en el marco de la histórica fecha, expresó en nombre de los más de mil cooperantes cubanos que el trabajo en Haití «es un ejemplo de que actualmente la revolución en América Latina y el Caribe se hace bajo el estandarte de la solidaridad y con el deseo común de crear mejores condiciones de vida para todos».
Alfonso Nacianceno, enviado especial
alfonso.gng@granma.cip.cu
LONDRES.— La Bandera Cubana será izada en la Villa de estos Juegos Olímpicos el próximo 26 de julio, Día de la Rebeldía Nacional, en presencia del grupo de deportistas que ya radica en ese complejo habitacional, encabezados por Mijaín López, campeón de lucha greco en Beijing’08.
La Plaza Trafalgar marca el paso del tiempo que nos separa de la inauguración.
Granma conoció que se hallan aquí la escuadra completa de boxeo, el ciclista de ruta Arnold Alcolea y los clavadistas José A. Guerra y Jeinkler Aguirre. Los pesistas tienen a su colectivo en pleno, los luchadores de libre y grecorromana solo aguardan por la llegada de uno de sus representantes, en tanto la natación, el judo y el atletismo, este último con 47 clasificados, se irán incorporando en los días venideros, algunos procedentes de La Habana y otros desde diversos países de Europa.
Como suele acontecer en estos eventos, nuestros competidores han llevado su acostumbrada camaradería al ambiente de la Villa, y el propio Mijaín López —aglutinador por excelencia entre sus compañeros— manifestó sus deseos de probar que está en la mejor forma y optimismo respecto al futuro inmediato, también expresado por otros deportistas con quienes viajamos hacia esta sede.
LA PLAZA TRAFALGAR
El Festival Cultural Olímpico continúa en vivo. El público desbordó la famosa Plaza Trafalgar al compás del rock, la música y los bailes jamaicanos, las improvisaciones y otros espectáculos. Así le descontó horas al reloj que en ese corazón de la ciudad marca, en cuenta regresiva, el tiempo restante para la inauguración del día 27.
En un recorrido por las calles atestadas de jubilosas personas que ofrecen al visitante una mano amiga para guiarle sus pasos, llegamos a la avenida Regent. Fue de íntima satisfacción ver que una Bandera Cubana ondea —junto a otras de los países asistentes a la cita— en cordones que cruzan la vía de una acera a la otra, anunciando el advenimiento de la fiesta de la hermandad.
De vuelta al Parque Olímpico, desfilaron por nuestro lado miles de voluntarios (ataviados con trajes típicos) rumbo a sus ensayos de la ceremonia de apertura, pero los detalles de esa noche se mantienen en el más estricto secreto.
Las áreas competitivas muestran su esplendor, circundadas por amplios espacios de un verde intenso, libre de contaminación. Los obreros cesaron su labor constructiva; ábrase paso entonces a la esperanza de que un mundo mejor es posible.
Definitivamente, 14 años sin ganar la Semana Beisbolera de Haarlem, Holanda, eran demasiados para Cuba. Desde 1998 varias fueron las escaramuzas que lastraron a los distintos representativos nacionales en su camino al título del tradicional torneo veraniego, recuperado tras casi tres lustros en su búsqueda.
En Haarlem Yulieski Gourriel mostró una mezcla de poder, contacto, velocidad y mucha garra.
Con Víctor Mesa al frente, notable aporte con el madero de Yulieski Gourriel y Frederich Cepeda, y valiosa faena de algunos serpentineros, la nave antillana se levantó en una lid que parecía escapársele de las manos tras los descalabros iniciales frente a Estados Unidos y Puerto Rico.
No obstante, la vida le dio revancha a Cuba, pues estos mismos rivales hincaron la rodilla en los pleitos decisivos (semis y final), en ambos con remontadas del plantel criollo, que supo lidiar con la presión de saberse favorito y remar río arriba en más de un choque.
En la discusión del cetro ante los boricuas, para enmarcar el excelente relevo de Norberto González, zurdo curtido en múltiples batallas que limitó a un jit el gasto ofensivo de los contrincantes durante cinco y un tercio, con siete ponches; sin obviar los dos fantásticos corridos de Ariel Pestano y Yulieski que dieron el empate y la ventaja, respectivamente.
A tales armas debió acudir la selección nacional en un certamen de muy poca ofensiva —se promedió 221 colectivamente—, en el que solo los lanzadores japoneses no trabajaron para menos de tres limpias por encuentro. Nuestros toleteros realizaron múltiples ajustes y se palpó la mejoría de Rusney Castillo, Pestano y Erisbel Arruebarruena, quienes suplieron la escasa pólvora de Alfredo Despaigne y José Dariel Abreu, imprecisos y sin oportunidad madero en ristre, con solo cinco impulsadas en 56 turnos de conjunto.
Estupenda actuación de Cepeda, como de costumbre muy disciplinado en el plato, con un reconocimiento excepcional de los lanzamientos que le permitió sacar la cara en el momento preciso. Igual de efectivo Yulieski, quien pese a ser criticado cumplió con las responsabilidades de tercer madero y líder del plantel, al punto de merecer la distinción Jacques Reuvers (Jugador Más Valioso), apenas el segundo cubano en ganarla tras el reconocido intermedista Félix Isasi (1972).
No menos importante la conducción del pitcheo, aspecto en el que Víctor Mesa demostró precisión y tino, así como en la motivación del conjunto, el cual, no obstante, debe prepararse mucho mejor para los torneos venideros, de seguro más fuertes y exigentes.
Por la medalla de bronce, Estados Unidos superó a Holanda con cerrada pizarra de 4-3. El lanzador zurdo Marco Gonzales, nombrado el mejor de la justa, caminó ocho entradas y recetó nueve ponches a la tanda de los campeones del mundo, quienes no pudieron hacerse justicia frente a su público.
ANOTACIÓN POR ENTRADAS
PIM MULIER (HARLEM) C H E
PUR 000 200 000 2 4 1
CUB 010 010 02X 4 7 0
G: Norberto González (2-0) P: Benigno Cepeda (1-1) Jr : F. Cepeda