Estudios Siboney, de la EGREM, en Santiago
Pedro de la Hoz
pedro.hg@granma.cip.cu
Aunque toda realización discográfica en un esquema empresarial tenga que orientarse por las reglas del mercado, los directivos de los Estudios Siboney, de Santiago de Cuba, cobran conciencia de que una de sus misiones transita por la capacidad de producir obras que rescaten y promuevan el rico patrimonio sonoro de la región oriental.
Núcleo fundacional de la orquesta de Chepín Chovén, a mediados de los años treinta.
Es por ello que en lo que resta del año, esta entidad de la Empresa de Grabaciones y Ediciones Musicales (EGREM) sitúe entre sus prioridades la producción de álbumes dedicados a la legendaria orquesta Chepín Chovén y a la banda Los Karachi.
Entre la cuarta y la sexta décadas del siglo pasado, la primera de esas agrupaciones marcó un hito en la tradición danzonera y ese legado es el que tratan de preservar los actuales integrantes de la orquesta, empeñados en reconstruir el estilo definido por sus fundadores, el violinista Electo Rossell y el pianista Bernardo Chovén.
Ambos transitaron de la charanga típica a la incorporación de elementos de las bandas de jazz en los danzones, que se hicieron famosos en sus interpretaciones, como los casos de Bodas de oro, La Reina Isabel, Diamante negro, Violín encantado y Canta el contrabajo, aunque también brillaron en otros géneros criollos. Prueba al canto, El platanal de Bartolo, con la voz de Ibrahim Ferrer.
Por su parte, Los Karachi tuvieron su momento de mayor gloria hacia finales de los años setenta de la pasada centuria con un repertorio sonero que alternaban con el gusto por el merengue dominicano y las influencias de otros ritmos de la cuenca caribeña.
Muchos jóvenes santiagueros de la época, imantados por la constancia rítmica del conjunto y el sonido de su línea frontal de trombones, se iniciaron en el baile con Los Karachi, en la cresta de la ola junto a la revelación de entonces, el Son 14 de Adalberto Álvarez y todavía hoy continúa generando un apreciable poder de convocatoria.
En su repertorio sobresalen Quisiera volver a nacer en Santiago de Cuba, de Pablo Moya; A pesar de la distancia; de Bárbaro Pérez Aponte; Si al regreso, de Leonardo Mariol Casamayor; y Cuarenta grados de temperatura, de Dagoberto Planos Despaigne.
El trabajo con la música patrimonial de los Estudios Siboney no se ha limitado al catálogo de la EGREM, sino también han logrado valiosas colaboraciones con Bis Music, sello que ganó uno de los Premios Especiales Cubadisco 2012 con la producción La Caridad del Cobre, Virgen de la esperanza, que implicó, según apuntó Gonzalo González, promotor de los Estudios, «un esfuerzo extraordinario por rastrear y registrar esa presencia mítica de la cultura popular en el repertorio musical del siglo XX».
Ese resultado animó al productor José Manuel García a emprender un nuevo proyecto, también de carácter patrimonial, que se concretará en los próximos meses: la música y las imágenes emblemáticas del Carnaval santiaguero.
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