España es un retrato de Europa. Campeones de futbol y “vanguardia” en destrucción de los servicios públicos, poniendo a la saga el respeto de la democracia y la protección de la ciudadanía. Vanguardia que comparte con Grecia, Portugal e Irlanda, copias tardías de las políticas neoliberales de reconocido fracaso en las dos últimas décadas en América Latina. Mariano Rajoy, electo recientemente presidente, ya está traicionando sus promesas electorales. Tanto la de de generar empleo y bajar impuestos, como así también respetar los intereses de la ciudadanía escuchándola y gobernando para resolver sus problemas. Quien manda son los mercados financieros, también son quienes marcan el pulso político con sus representantes de turno. Nuevo colonialismo sin país colonial, transferencia escandalosa de poder y recursos de parte de la mayoría, a un sector minoritario y parasitario.
Por todo esto es que estamos en una situación ideal de cambio, la oportunidad se presenta en el camino. ¿Qué pasaría si no pagamos esta deuda que no hemos contraído?, como proponen los Indignados del 15 M. La propuesta actual de la derecha conservadora neoliberal es pagar con la degradación y destrucción de la educación y la salud, rescatando con dinero público a bancos privados y dejándose “rescatar” con dinero para el sector que produjo la burbuja financiera, pero que la pagaremos desmantelando de lo poco que queda del estado de bienestar. Quienes no comulgan con estas recetas neoliberales, creen que la crisis hay que reenviarla al lugar de origen, a quienes la produjeron. No estamos en crisis, lo que ha entrado en crisis es el sistema que ya no genera más que problemas y asimetrías sociales. Sistema que no puede expandirse con conquistas militares coloniales como antes, con una globalización que ha llegado a ser negativa hasta los países del capitalismo central y con alternativas que no son más que la repetición agónica de otra crisis, anunciada como terminal.
En “milagro español” no fue más que no pagar al contado la deuda al dinero prestado desde fuera. Entre el 2000 y el 2007 la inversión española, motor del crecimiento y generación de empleo fue menor que los ahorros nacionales. Por esto pidió créditos que género nuevos pedidos de créditos para pagar intereses. Esto cambio en el 2008, al cerrarse los mercados financieros al develarse la estafa de la ilusión que producían con “la burbuja”. Burbuja que en el mundo tiene 73 veces más poder financiero que el capital productivo, por esto es que dicta el pulso en las sociedades capitalistas, a las decisiones democráticas que ya no son más del pueblo sino de una oligarquía sin patria. Dictadura financiera de una oligarquía que no se somete a elecciones ni acepta las normas de la mayoría. Verdaderos subversivos de las sociedades democráticas.
Es el momento de poner a la casa en orden, desobediencia activa y pacífica, experimentaciones de alternativas locales y regionales, des-coloniales y ecológicas, que tengan como principio general el cuidado de lo viviente, humano y no humano.
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