Osvaldo Rodríguez Martínez (AIN, especial para ARGENPRESS.info)
La nueva legislación migratoria de Cuba simplificó trámites a los viajes personales y estableció un procedimiento especial para extender permisos a atletas de alto nivel y sus entrenadores, profesionales élites y directivos claves, como forma de proteger los resultados deportivos, la fuerza laboral altamente calificada y, como cualquier otra nación, el funcionamiento del Estado.
Hasta el momento, todos los universitarios, cuadros de dirección, deportistas y técnicos eran autorizados a salir al exterior por sus respectivos ministros o cargo similar, incluso aquellos quienes no tenían vínculo laboral en el momento de su salida del país, debían solicitar autorización en el último sector donde trabajaron.
Al mismo triunfo de 1959, la política del gobierno de los Estados Unidos secuestró a la emigración cubana para utilizarla como arma de guerra, método activo hasta la fecha.
Desde el despojo casi total de los seis mil médicos que había en Cuba cuando la Revolución tomó el poder, con la creación de visas «weavers» y el llamado «Parole», hasta el actual Programa de Parole para Profesionales Médicos Cubanos (CMPP, por sus siglas en inglés), los esfuerzos fueron y son extraordinarios para agredir al país y acuñar la imagen de culpar a la dirección revolucionaria por las consecuencias.
La familia cubana fue la víctima seleccionada: rupturas, separación, lejanía, añoranzas, muertes…
El CMPP continúa vigente, aseguró recientemente William Ostick, portavoz de la Oficina de Asuntos Hemisféricos del Departamento de Estado de Estados Unidos, al expresar a periodistas norteamericanos la reacción de su gobierno ante las modificaciones a la ley migratoria cubana y tranquilizar a los voceros de la mafia ultraderechista de la Florida.
No obstante, para tomar distancia de la medida, el funcionario recordó que la iniciativa fue establecida por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
El objetivo de este agresivo programa es estimular la deserción del personal médico cubano que estudia o trabaja en terceros países, a quienes ofrecen inmediato permiso de entrada a Estados Unidos, aunque ello no incluye revalidación del título ni trabajo como profesional de la salud en ese país.
El programa CMPP fue creado en agosto del 2006 como parte de un “paquete estratégico” de medidas para establecer selectividad en la inmigración ilegal desde Cuba.
La “iniciativa”, según reportes de prensa, provino del coronel (r) de la inteligencia militar (nacido en Cuba) Emilio T. González, quien fue director de los Servicios de Inmigración y Ciudadanía durante la administración de George W. Bush, cargo para el que fue nombrado como señal al connotado asesino Luis Posada Carriles, de que aún tenía fieles amigos (entiéndase protectores) en el poder y así seguir contando con su silencio.
Cuba, por su parte, está actualizando su política migratoria pero tiene en cuenta tales peligros y el legítimo derecho del Estado revolucionario a defenderse de los planes injerencistas y subversivos, y está en la obligación de mantener algunas medidas para preservar el capital humano de alto nivel, creado en el transcurro del último medio siglo.
Por tal motivo, las actuales modificaciones que entrarán en vigor el 14 de enero del 2013, reconocen el derecho expedito de la mayoría de los ciudadanos para que obtengan un pasaporte y viajen libremente a cualquier parte del mundo, pero se reserva la facultad de autorización estatal a quienes definen la vitalidad de procesos estratégicos para el desarrollo económico, social y científico-técnico.
Bajo ningún concepto limita a los mismos a viajar, e incluso a residir en otro país, lo que establece es un procedimiento especial.
La Ley norma incluso, que en el caso de los universitarios contemplados en la categoría de “vital” pretender emigrar o cambiar su domicilio al extranjero, las administraciones tienen un plazo de hasta cinco años para preparar su relevo y hasta tres para los técnicos medio.
Los atletas, entrenadores y técnicos, que definen en los resultados deportivos de la nación también forman parte del procedimiento especial. Este sector, aunque no cuenta con un programa específico del gobierno estadounidense, es perseguido por los caza talentos del deporte rentado, vinculados muchos de ellos a los más acérrimos enemigos del socialismo cubano.
Aplicar la autorización a los altos directivos y cuadros de dirección implicados en decisiones importantes de la economía no requiere mucha explicación, pues es un ejercicio común para la seguridad de cualquier estado.
Las modificaciones actuales no son la meta final, sino solamente un importante paso hacia la normalización de las migraciones, bajo el precepto del derecho de los ciudadanos cubanos a viajar, emigrar o residir en el extranjero, y retornar a su Patria cuando lo deseen, aseguran altos directivos del Gobierno.
Queda aún por definir en cada sector quiénes requerirán de autorización para obtener su pasaporte, pero en ello también la Ley define términos, pues a partir de su promulgación en la Gaceta Oficial, las instituciones tienen 40 días para entregar las propuestas al Ministerio del Trabajo y Seguridad Social.
No obstante, la decisión será del Consejo de Ministros y la Comisión Central de Cuadros del Estado, según corresponda, tomando en cuenta que esta política no dependerá de los sectores, sino que es centralizada en el Gobierno.
Una vez decididos los cargos que deben pedir la autorización, corresponde a los jefes de organismos centrales el otorgamiento de las mismas.
La medida solo es la respuesta al habitual “robo de talentos”, que en el caso cubano tiene la particularidad de ser un arma de la guerra no declarada de Estados Unidos contra la Revolución: crear problemas internos, desestabilizar al país, agredir por todos los flancos posibles… son estratagemas para derrocar al sistema político-social de Cuba.
Como ha repetido múltiples veces Fidel: no perdonan nuestra soberanía.
Me gusta esto:
Me gusta Cargando...
Read Full Post »