Fuente: CUBARTE
El territorio de Madruga, hoy perteneciente a la provincia de Mayabeque, siempre se caracterizó por poseer importantes sitios de baños de aguas medicinales y uno de los mayores cafetales de la Isla de Cuba del siglo XIX, el Santa Ana, con un bello anfiteatro natural. A lo anterior se debe sumar el hotel Delicias del Copey, propiedad del prestigioso músico holandés-cubano Hubert de Blanck, en cuya sala-teatro se ofrecían conciertos musicales, ejecutados por él y su esposa, Pilar Martín, nacida en Madruga, además de representaciones teatrales y películas. Todo esto entre 1913 y 1917.
Indudablemente, Madruga —ese bello punto de la geografía cubana—, es una población que ha aportado brillantes artistas que han enriquecido la cultura de la mayor de las Antillas. Allí nació el destacado músico y pedagogo musical José Urfé González, el 6 de enero de 1879, e inscrito en el Registro Civil como José Clotilde Antolín de las Mercedes Urfé González.
Una gran familia de músicos constituiría Urfé al contraer matrimonio con Leonor González, profesora de música. De esta unión nacieron sus hijos José Esteban (1910-1979), pianista, clarinetista, compositor y director de orquesta; Odilio (1921-1988), pianista, flautista y musicólogo, y Orestes (1922-1990) gran concertista del contrabajo y profesor de música. Tanto José Esteban como Orestes, llegaron a formar parte de la primera orquesta de charanga creada y dirigida por su padre en 1938. Su otro hijo, Odilio, fue pianista de la orquesta de José “Cheo” Belén Puig, desde el año 1942 a 1950.
Urfé padre permaneció en Madruga hasta el año 1895, en que viaja a La Habana para continuar sus estudios de música con el profesor Hipólito Rodríguez; los que iniciara en su pueblo con el maestro Domingo Ramos.
En la capital del país desarrolló una gran actividad musical en diferentes escenarios debido al talento demostrado como clarinetista. Entre 1898 y 1903 realiza dos viajes a México, primero con el maestro Jorge Anckerman, y después con la orquesta de Luis Casas Romero, quien en 1922 se convertiría en el fundador de la Radio en Cuba.
A su regreso, integra la orquesta Típica Juventud dirigida por el cornetista Enrique Peña, junto a su gran amigo José “Cheo” Belén Puig. Ambos conformarían el más afamado dúo de clarinete de la época.
Sin lugar a dudas fueron años de gran esplendor para el arte musical desarrollado por Urfé, quien en 1906 viaja a Estados Unidos junto a la agrupación de Enrique Peña, oportunidad en que realizan grabaciones en la ciudad de New Jersey. Tres años más tarde, Urfé se encuentra en México compartiendo escenarios con glorias de la cancionística cubana como Alberto Villalón y Sindo Garay. No volvería a actuar fuera de Cuba hasta el año 1948, lo cual hace en España, Francia e Italia, integrando la orquesta del maestro Hipólito Rodríguez.
Otro período importante en la vida de Urfé lo marca el regreso a Madruga, en el año 1916, donde permaneció hasta 1947 en que vuelve a La Habana. Fue en el territorio natal donde decidió comenzar una bella página de su vida, cuando se dedica a la pedagogía musical, fundando la Academia de Música e impartiendo docencia junto a su esposa.
Con alumnos de dicha Academia constituyó, en 1919, una orquesta. Con el transcurrir de los años algunos de ellos llegaron a integrar agrupaciones prestigiosas, como Osvaldo Peñalver, en el Jazz Band de Benny Moré; Rolando Ramos, en la Orquesta América; y Gregorio Corzo, en la Sinfónica Nacional, solo como ejemplos. Fue Urfé quien inició en Madruga la retreta que se ofrecía entonces en el parque, con la banda de música que había creado.
Si todo lo anterior resulta sumamente importante en la vida de José Urfé González, sin lugar a dudas sobresale su gran aporte musical con la definición de una nueva estructura del danzón, nuestro baile nacional.
Urfé le incorpora el son a la última sección del Bombín de Barreto, enriqueciendo así al primer danzón interpretado en Cuba, Las Alturas de Simpson, por su creador Miguel Faílde en 1879. Dicho acontecimiento musical se produce en 1910, revolucionando el danzón cubano, según expresó el musicólogo Helio Orovio.
Por su parte, el profesor José Loyola explica en el capítulo “El bolero en el Danzón”, de su libro En ritmo de bolero, que “Esta nueva sección llamada montuno, en alusión a su procedencia sonera, se caracteriza por un continuo rítmico-armónico, sobre el que algunos de los instrumentos tejen su improvisación. Tradicionalmente improvisan la flauta y el piano, si se trata de la charanga francesa”.
La autoría musical de Urfé muestra bellos danzones de indudable aceptación y arraigo popular de numerosas generaciones de cubanos. Además del ya citado Bombín de Barreto, creó Fefita, El Churrero, Mariposa mía, Nena, Se mató Goyito, Así es el mundo y El dios chino, entre otros.
La acuciosa investigadora de Madruga, Alina Echenique, quien de manera bondadosa nos facilitó importantes informaciones relacionadas con Urfé, realiza en la actualidad una amplia investigación sobre esta distinguida personalidad de la cultura, habiendo localizado unos 50 danzones de su autoría, en su mayoría desconocidos.
La Orquesta Jazz Band que fundara Urfé con su nombre, no desaparecería después de su muerte, ocurrida el 13 de noviembre de 1957. Sería uno de sus alumnos, Surano Echenique, flautista, quien en 1991 se convertiría en director de la Orquesta Urfé, siguiendo la línea del danzón, principalmente, lo cual se mantiene en el presente.
Madruga, con tanta historia cultural, cada año y con motivo del nacimiento de Urfé, organiza numerosas actividades en homenaje a su amado y respetado hijo, nacido en el barrio del Copey.
José Urfé González, por sus méritos indiscutibles, es otro de los valores significativos de la cultura cubana a recordar y respetar. Basta con tener presente que la estructura del danzón que el creó ha perdurado hasta nuestros días.
Deja una respuesta