Por Zuleica Romay Guerra
Los procesos emancipatorios que caracterizaron la insurrección de los 60, develaron un nuevo espectro de intereses, fines, demandas y expectativas sociales y políticas. Lo que la teoría política de inspiración soviética encorsetó bajo el rótulo de “movimiento progresista internacional” adquirió rostro y voz en gente hasta entonces invisibilizada en las estadísticas electorales de los partidos tradicionales. Mujeres emancipadas de prejuicios sexistas, jóvenes irreverentemente sediciosos, etnias no “integradas” a las culturas hegemónicas, sindicalistas radicalizados y negros con conciencia de su mismidad, se lanzaron a la calle a luchar por sus derechos. (más…)