– 30 mayo, 2013Publicado en: EN ESPAÑA
Rodrigo Vázquez de Prada || Periodista
La izquierda transformadora de la Europa del Sur está empezando a dar los pasos necesarios para articular un frente común. Unidos contra “la Troika”. Un lema bien diseñado para unir posiciones contra las políticas aplicadas por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, auténticas puntas de lanza del capitalismo financiero creador de la actual crisis. Pero, en realidad, no solo para combatir el neoliberalismo sino también para conquistar el poder. Para conquistar el poder y transformarlo, como plantea Manuel Monereo en su último libro, “De la crisis a la Alternativa Democrática”.
Jean-Luc Melenchon © Juanjo Delapeña
Éste es el mensaje que se desprende de la intervención conjunta, el lunes, 27 de mayo, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid del co-presidente del Front de Gauche de Francia, Jean-Luc Melenchon, y el coordinador federal y diputado de Izquierda Unida, Cayo Lara. Una intervención al alimón, en un acto con el que comenzaba una “Semana Europea” contra “la Troika”, que cuenta también con la participación del líder de la coalición griega Syriza, Alexis Tsipras, y en el que, con un lleno hasta la bandera, y una amplia representación de jóvenes franceses militantes del Front de Gauche residentes en España, se pudieron oir unas caracterizaciones idénticas de la situación política actual y unos objetivos comunes.
En otras palabras, un mensaje de fundada esperanza en que la unidad de las distintas corrientes que conforman la izquierda transformadora no solo es necesaria sino posible. Se hace camino al andar, decía nuestro poeta Antonio Machado, al que Melenchon, que salpica sus intervenciones con palabras, Trosky o Louis Aragón, cita con frecuencia. Y se está haciendo. Porque no fue éste el primer acto de la izquierda española con formaciones de la izquierda de otros países europeos. El pasado 2 de marzo, el líder de la coalición Die Linke y ex superministro del Tesoro de Alemania, Oskar Lafontaine, y el dirigente y diputado de la griega Syriza, Dimitrys Touskalas, intervinieron en el Ateneo de Madrid en un acto convocado por Construyendo la Izquierda, la Alternativa Socialista y copatrocinado por CRÓNICA POPULAR, que, sin lugar a dudas, supuso también un importante hito en esta marcha hacia la unidad de la izquierda.
Escuchándolo en el Círculo de Bellas Artes uno no se resistía a repasar su biografía. Jean-Luc Melenchon cumplirá en agosto 62 años. Nació en Tánger en 1951, cuatro años antes de que esta población, que en 1925 se constituyó como condominio internacional, se integrara en el Reino de Marruecos, que alcanzó la independencia en 1956. Es decir, en una cosmopolita ciudad cuya interesante atmósfera fascinó a pintores como los franceses Eugene Delacroix y Henri Matisse y el español Mariano Fortuny, autor de una espléndido “Zoco de Tánger” que cuelga en la sede neoyorkina de la Hispanic Society of América, y a escritores como Paul Bowles, William Burroughs, Jack Kerouac o el dramaturgo Tennessee Williams.
Este profesor de francés en un «lycée technique» y periodista, autor de varios libros como “Causes républicaines”, “Enquête de gauche”, “L´Autre Gauche” o “Ouils s en aillent tous”, un título que retomaba el grito de “¡Que se vayan todos!”, que coreó la rebelión popular en la Argentina de 2001, tiene una biografía política muy similar a la del alemán Oskar Lafontaine. Al igual que aquél, militó muchos años en el partido socialista, concretamente desde 1977, formó parte del Gobierno de su país presidido por Lionel Jospin, de 2000 a 2002, en la etapa de cohabitación entre socialistas y comunistas, como Ministro delegado de Enseñanza Profesional, y, finalmente, abandonó las filas de la socialdemocracia en 2008, tras haber sido senador desde 1986 hasta 2004. Y, siguiendo la estela de Lafontaine con la creación de Die Linke, constituyó primero, en 2008, con otros disidentes socialistas y el llamado Movimiento por una Alternativa Republicana y Social (MARS), el Partido de la Izquierda, y, posteriormente, con el Partido Comunista Francés, el Front de Gauche. El 1 de febrero fue elegido presidente del Front de Gauche y representando al Front de Gauche fue elegido eurodiputado en 2009 y candidato a la presidencia de Francia en 2012, elecciones en las que su coalición obtuvo un 11,11% de los votos, que la situó en cuarto lugar, tras Hollande con un 28,7%, Sarkozy, con un 27% y la líder de la extrema derecha gala Marine Le Pen, con un 17,9. Desde luego, un excelente resultado, aunque menor que el alcanzado en 1981 por el PCF de Georges Marchais, que obtuvo un 15% de los votos.
Jean-Luc Melenchon y Cayo Lara © Juanjo Delapeña
En Madrid, Jean-Luc Melenchon reiteró el discurso contra la Troika con el que había convocado en París una veintena de días antes, concretamente, el 5 de mayo, a la manifestación que, bajo el lema “Marcha ciudadana por la Sexta República”, recorrió el corazón de París. En la capital de su país, Melenchon había afirmado que “no queremos al mundo de las finanzas en el poder, no queremos las políticas de austeridad que hacen sufrir a los pueblos de Europa y conducen a todo el continente al desastre” y lanzó acusaciones directas y contundentes contra la “maldita Troika” y la “vacía Comisión Europea” por imponer al pueblo “un sufrimiento innecesario que se asemeja al sadismo” para pagar “una deuda que nunca será pagada”. Y clamó: “Abajo el infame complot contra el desgraciado pueblo griego, portugués y español” En iguales términos se expresó en Madrid junto a Cayo Lara. Con el coincidió en que “Rajoy y Hollande sólo saben que hay que pagar la deuda, pero con los métodos de la socialdemocracia o de la derecha no hay salida. Vamos hacia un fracaso” y en la necesidad de dar “un impulso definitivo la construcción de un frente común europeo realmente de izquierdas con el que enfrentarse a la locura de la política económica de la Unión Europea”.
Cada uno de ellos, habló con su particular estilo, haciendo buena la frase de otro francés, el ilustrado Georges Louis Leclerc, conde de Buffon, autor de una voluminosa “Historia Natural” escrita en el siglo de las luces, que atinadamente sentenció que “el estilo es el hombre”. Con contundencia pero, al mismo tiempo, dando pruebas de un marcado sentido del humor, Jean-Luc Melenchon definió lo que estamos viviendo como “un régimen austeritario”, porque combina las medidas de austeridad con las autoritarias. “Estamos preparándonos para una confrontación muy importante. Vivimos un retraso de civilización. Nadie puede pensar que si seguimos aplicando las políticas socialdemócratas y de la derecha el mañana será el retorno al ayer. El mañana, si continuamos por este camino, será el fracaso”.
Y, al pedir movilizarse “al pueblo progresista europeo que todavía existe”, hizo un particular y especial llamamiento a sus antiguos correligionarios, a los militantes de los partidos socialdemócratas de toda Europa, a los que convocó con las siguientes palabras: “Socialista, por favor, rompe las filas. Ayuda a quienes tienen coraje”. Hablando claro, Melenchon quiso sacudir las conciencias de las gentes de izquierdas “desencantadas”, porque, como dijo, el “enemigo más poderoso” de los europeos “es la resignación y la falta de confianza en la política”. Y con la misma claridad fijó el objetivo principal que tiene ante sí la izquierda real: “debemos construir una fuerza alternativa, no sólo un partido, sino un movimiento social, porque habrá que reconstruir Europa”.
Cayo Lara © Juanjo Delapeña
Cayo Lara se expresó con la misma fuerza que emplea en el Parlamento. Se mostró especialmente vibrante, directo y contundente en un discurso en el que dijo cosas que merece la pena tener presentes. Por ejemplo, algo que ni la misma izquierda puede olvidar: que el “voto de los ciudadanos no es de nadie” y que “cuando los ciudadanos ven quebradas las promesas electorales que les hicieron, entonces sepan moverse como nadie y busquen un cambio”. Porque, añadió, “queremos acabar con las políticas que arrebatan la democracia a los ciudadanos y para ello trabajaremos sobre la construcción de la Europa social junto a las organizaciones sindicales y los movimientos sociales. Queremos construir un camino juntos para acabar con esta locura”.
Cayo Lara reveló un dato particularmente interesante que también merece la pena no olvidar. Un dato que, como dijo, confirma realmente “que las encuestas no están del todo descaminadas”: durante la pasada semana le visitaron los embajadores de Alemania, Francia y Gran Bretaña, cuyos Gobiernos no habían tenido hasta ahora interés alguno en conocer sus opiniones.
En resumen. Un esperanzador camino fijado para crear un Frente de Izquierdas que, así lo señalaron Jean-Luc Melenchon y Cayo Lara, “debe alcanzar su máxima visibilidad en las elecciones europeas de 2014, teniendo claro el objetivo de “reunir todo el voto de aquellos ciudadanos que se sienten defraudados” con las políticas que se aplican en toda la Unión Europea.
Etiquetas: Cayo Lara, IU, Jean-Luc Mélenchon, troika
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