ALIET ARZOLA LIMA
MATANZAS.— Robelio Carrillo puso el cerrojo y por segundo día consecutivo Villa Clara obtuvo otro éxito inobjetable en el Victoria de Girón, donde la afición presiona y ensordece con miles de cornetas.
Ariel Borrero ha resurgido y es uno de los puntales ofensivos de los Naranjas.
Sin embargo, nada de lo anterior preocupa a Ramón Moré y su tropa, adaptados a pelear en espacios candentes.
«Hemos jugado en el Latino, que es una caldera, además del Sandino, que exige mucho. El Girón es incómodo, pero los muchachos tienen mucha concentración y no dejarán escapar ni un solo detalle de los partidos», señaló el mentor de los Naranjas, quien asegura estar listo para romper la racha de seis finales consecutivas sin ganar.
«Queremos romper el mito de los campeonatos perdidos, es nuestro reto», añade Moré, cuya filosofía radica en ganar el último juego de la temporada.
Esto constituiría una satisfacción enorme para una provincia que desde 1993 hasta la fecha ha vivido diez discusiones de coronas, cinco de ellas consecutivas entre la 32 Serie Nacional y la edición 36, y ganó tres, todas bajo la égida de Pedro Jova.
Según los archivos del estadístico Yirsandy A. Rodríguez Hernández, vale destacar que de los regulares en aquella novena no queda ninguno activo, aunque un año antes, frente a Industriales, Ariel Pestano fue protagonista en el séptimo y decisivo pleito al salir del banco para calzarse los arreos en sustitución de Ángel López. En esa oportunidad, el estelar máscara bateó de 2-2 con un doble, una anotada y otra remolcada.
Las últimas incursiones de la novena central han sido algo traumáticas, con tres barridas a manos de los pinareños (1997) e industrialistas (2003 y 2004), además de otras derrotas frente a La Habana (2009) y a los azules en el 2010, cuando se encontraba a un paso del éxtasis y le restaba par de encuentros en el Sandino.
Ahora el panorama pinta diferente, si tenemos en cuenta que han superado por partida doble a los matanceros en su casa, algo que nunca habían hecho. En las nueve finales previas, Villa Clara ha salido delante en los dos primeros partidos en dos ocasiones (contra Pinar del Río en 1995 y ante Industriales en el 2010), solo que en ambas oportunidades alcanzaron las sonrisas en sus predios del Sandino.
En las cuatro ocasiones que han comenzado lejos de casa, solo en una lograron una división de honores, en el resto salieron derrotados y a la postre perdieron la corona barridos o en cinco partidos.
Por ello, estos dos triunfos en el Palacio de los Cocodrilos son de gran valor para los dirigidos por Ramón Moré, quienes ahora jugarán en el fortín del Augusto César Sandino, donde esta temporada estuvieron intratables (32 éxitos y 10 descalabros). Justo allí intentarán ponerle punto final a la Serie.
Todavía queda trecho por recorrer, sin obviar que Matanzas remontó un déficit similar frente a los espirituanos, aunque ahora tendrá que hacerlo en valla ajena, un reto para Víctor Mesa, quien también desea romper un mito y ganar por primera vez una final del clásico beisbolero.
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