miércoles, 26 de junio de 2013
PL
Las devastadoras consecuencias externas y regionales de una fragmentación de Siria sobre bases sectarias fueron mencionadas por el rey Abdala II de Jordania en una entrevista que circula hoy.
Una polarización entre (musulmanes de las sectas) sunitas y chiítas dividiría a Siria lo que llevaría «a un conflicto sin final que minaría la estabilidad de la región y el futuro de sus pueblos durante generaciones», subrayó el monarca al cotidiano Ash Shark Al Awsat (El Medio Oriente, en árabe).
El rey jordano afirmó que «la división de Siria no favorece ningún interés y la alteración de su unidad es una receta para la destrucción (…) la exportación del conflicto, y alimentar las llamas del sectarismo en los mundos árabe e islámico tendrá consecuencias devastadoras».
Las autoridades sirias han denunciado que los grupos armados que tratan de derrocar al presidente Bashar Al Assad han recibido suministros bélicos y refuerzos de personal a través de Jordania.
Esta semana se supo que dos mil militares, baterías de misiles antiaéreos y cazabombarderos estadounidenses han sido desplegados en Jordania, lo que provocó aprensiones sobre la posibilidad de que Washington se involucre en el conflicto de manera directa.
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