El Colimador
Por Yury Ramón Castelló Dieguez. En la mayor parte de los países los habitantes viajan de un lugar a otro en busca de mejoras económicas, políticas y sociales. Cuba no está exento de este fenómeno, mucho menos la parte norte tunera, de dicho tema hablaremos hoy.
Asentamiento poblacional de Babiney, Puerto Padre, Las Tunas.
Asentamiento poblacional de Babiney, Puerto Padre, Las Tunas.
Entre los siglos XVIII y primeras décadas del siglo XX las poblaciones de los lugares rurales de los municipios Manatí, Puerto Padre y Menéndez eran más abundantes que hoy. En las localidades urbanas sólo vivían artesanos, comerciantes y propietarios acaudalados de algunas haciendas. Los lugares más poblados eran San Miguel de Manatí, Manatí 1 (municipio de Manatí), Babiney, Maniabón y Santa Bárbara de Biribiri, El Yarey, (municipio de Puerto Padre), San Juan, Juan Saiz, (municipio de Menéndez) por sólo mencionar algunos. En aquel entonces no existían los asentamientos, hoy cabeceras de municipios.
En el siglo XVIII fueron sumándose otras localidades en la periferia de estas, casi todas cercanas a los ríos que poblaban estas tierras. También se formaron los asentamientos de los puertos de Manatí y Puerto Padre para el embarque y desembarque de mercancías. En la misma medida que los diferentes asentamientos fueron desarrollándose (electrificación, abasto de agua, desarrollo de la industria azucarera y el ferrocarril) comenzó la migración y la aglomeración de habitantes en estos lugares de más florecimiento cultural y desarrollo comercial; dejando atrás la agricultura. Por esa causa florecieron Puerto Padre, Manatí, Menéndez, Vázquez, Delicias y otros poblados.
Durante los últimos años (más de 20) en mis tiempos libres me he dedicado a visitar diferentes lugares del norte tunero. A raíz del Periodo Especial he sido cómplice del la migración interna del campo para la ciudad debido a la falta de recursos para subsistir: abasto de agua, conforme a que en la mayoría de estos lugares es salobre o está contaminada; electricidad; servicios de salud; transporte; problemas con las vías de comunicación, caminos, terraplenes, vías férreas, servicios telefónicos; productos imprescindibles de la canasta básica; eventos meteorológicos que han devastado la mayoría de las viviendas; grandes sequías y falta de atención al sector campesino y cooperativo, en el cual se produce la mayor cantidad de caña de azúcar de nuestro país – pues de estas tierras se sirve el Coloso Antonio Guiteras – así como la producción, comercio de leche de vaca y carne de ganado menor.
Manatí 1 unos años atras muy poblado, hoy desolado.
Manatí 1 unos años atras muy poblado, hoy desolado.
Esto ha conllevado a que la población se sienta desmotivada a vivir en lugares inhóspitos donde la convivencia no es la mejor, con todas estas adversidades, y motivado a los moradores a migrar a lugares más poblados y de mayor desarrollo, aunque no de fuentes de empleos. Por eso la mayoría de los trabajadores de estas localidades viven en la zona urbana y se trasladan, a duras penas, a trabajar en transportes de su institución o medios de transporte colectivo. Esta migración ha llevado al abandono de tierras fértiles, hoy preñadas de marabú y otras malezas; y la pérdida de fuentes de historias y leyendas por la desaparición del patrimonio local, parte de la idiosincrasia de estos asentamientos.
Hoy en estos “montes” viven pocas personas. Por ejemplo, en Babiney, a 38 kilómetros de Puerto Padre, que al triunfo de la Revolución poseía más de 50 casas, hoy solo cuenta con 14, en su mayoría de precario estado constructivo.
En Manatí 1, a 43 kilómetros de la ciudad de Puerto Padre, no existe nada, sólo manigua por la desaparición de los bosques debido a la tala indiscriminada de por manos inescrupulosas. Cabe aclarar, y ha sido objeto de mención en otras entradas, que por estas tierras hubo combates mambises y se encontraba el camino real que enlazaba a Las Tunas con el Puerto de Manatí por donde se embarcó por el puerto de Manatí Viejo con rumbo a República Dominicana el Mayor General Vicente García .
Es un hecho que este fenómeno afecta en gran medida la economía de nuestro país, fundamentalmente el sector de la agricultura, y nada hacemos por cambiarlo…
Con información de Villa Azul de los Molinos
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