Michel Hernández
michelher@granma.cip.cu
Ahora mismo no sabría decir cuándo fue que conocí a Fernando Bécquer, pero sí recuerdo que sucedió en una de las famosas peñas de la Facultad de Comunicación, donde este trovador, junto a varios de sus cómplices de bohemias y descargas como el escritor y periodista Tony López, calentaba los escenarios con canciones llenas de picardía y humor que reivindicaban la trova como un escenario donde podían convivir, sin demasiada dificultad, las expresiones más vivaces de la cultura popular y los lenguajes desacralizados de la poesía.
Fernando Bécquer. Foto: cortesía del entrevistado
Ha llovido bastante desde entonces y, según cuentan, ya no queda mucho de la magia de aquellas peñas universitarias que, por fortuna, acabaron convirtiéndose en una excelente plataforma para que pudiéramos entablar relación con las obras de trovadores como Fernando Bécquer, quien ha sido muy vehemente en eso de poner en libertad canciones que se nutren de sus vivencias en las calles, en los parques, en las tertulias y en cuanta descarga se asome a las noches habaneras; canciones atravesadas por los elementos más festivos de la cultura popular y engarzadas con una grácil ironía y sentido del humor.
Sin duda, hablamos de uno de esos músicos que debemos invitar a cualquier celebración que se respete cuando se trata de que la trova también se convierta en una fiesta. Con sus canciones, se sabe, no hay puntos medios. De ahí que nada más escucharlas puedes sumarte para siempre a la alineación de sus seguidores o pasarte a la primera línea del equipo contrario. Lo que sí queda claro es que el juglar decidió correr el riesgo de construir una carrera que toma distancia de los estereotipos que le han endilgado históricamente a los trovadores con una obra que, por otro lado, no deja de adentrarse en las problemáticas de la sociedad cubana.
Desde hace algunas semanas Bécquer anda girando por los escenarios argentinos. «Estoy aprovechando mi debut en Argentina para presentar un repertorio muy distinto al que reiteradamente presento en Cuba, algunas canciones de mi primera etapa y otras nuevas que estrenaré por acá. También estoy mostrando mi disco Cubano por donde tú quieras ( Bis Music), que resume todas mis formas de hacer canción, desde timba con rock, pasando por filin hasta trova», dice Bécquer a Granma vía correo electrónico.
Como ya se dijo, su nombre está ligado indisolublemente a las peñas universitarias, de ahí que pueda hablar con conocimiento de causa de la verdadera situación de estos espacios que durante décadas fueron los más seguidos por los jóvenes universitarios. «Para mí la Universidad es la vanguardia de lo que vendrá y es una verdadera lástima que la trova cubana abandone estos espacios, debido a que una buena parte de los universitarios carecen de cultura integral y ya no quieren detenerse a analizar un texto ni a escuchar algo que los detenga a pensar, lo que les impide conocer el significado de la trova y la canción cubanas», lamenta.
Bécquer también arriesga su opinión sobre los escenarios que existen para la promoción de los jóvenes trovadores de la Isla. «Realmente no contamos con tantos lugares como antes, pero hay algunos que aún permanecen abiertos para los trovadores. Por otra parte, hay músicos que esperan que los salgan a buscar y no acuden a los lugares para que los conozcan y sepan que quieren tocar. De ahí que los trovadores también deben interesarse en promover su obra y tratar de gestionar personalmente los espacios para sus presentaciones», señala.
Tras su regreso de Argentina, seguirá inmerso en proyectos que le permitirán repasar sus propias esencias musicales.»Para este año debe ver la luz El negro de tu vida, un disco cuya idea inicial fue de Pablo Milanés, gracias a la gestión de Raúl Torres, e incluye varios de mis temas más conocidos.También trabajo en la reedición de Cubano por donde tú quieras, en la que aparece un bonus track de la canción Necesito, que grabé junto a Silvio Rodríguez», comenta.
«Por lo pronto, culmina el trovador, solo estoy esperando el momento exacto para presentar mi nuevo disco en los escenarios cubanos, especialmente en aquellas plazas universitarias donde la trova cubana, a pesar de todo, siempre debe tratar de permanecer».
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