Los recientes hechos violentos ocurridos en esa nación sudamericana repitieron el esquema implementado en abril del 2002
Laura Bécquer Paseiro
La derecha venezolana desempolvó viejas estrategias del golpe de Estado del 2002 para intentar desestabilizar el país. En esta ocasión, jóvenes afines a la derecha fueron usados como carne de cañón para crear un caos temporal que dejó el lamentable saldo de tres fallecidos y al menos 66 heridos.
Los manifestantes agredieron la sede de la Fiscalía venezolana.
Foto: AVN
Una vez que se retiraron los promotores de la marcha del miércoles pasados, liderados por Leopoldo López, grupos perfectamente sincronizados y entrenados causaron daños a la sede de la Fiscalía y quemaron vehículos policiales.
Mientras de un lado, el Gobierno Bolivariano hacía llamados a no caer en provocaciones, del otro, la derecha incitaba a estos jóvenes a desacatar a las autoridades.
El propio presidente Nicolás Maduro denunció al mundo que Venezuela estaba enfrentando “un plan de golpe de Estado en desarrollo contra la democracia y el Gobierno”. Los hechos fueron condenados por varios gobiernos latinoamericanos y caribeños.
En una comparecencia ante la nación este jueves, Maduro reiteró el llamado a la paz e indicó que los culpables de los hechos violentos no quedarán impunes. Asimismo, presentó pruebas gráficas y audiovisuales de lo sucedido.
El mandatario denunció, igualmente, los destrozos en varias ciudades venezolanas, sobre todo en la capital, y ofreció sus condolencias a los familiares de los fallecidos. Maduro se sumó a la convocatoria para el próximo sábado a una gran marcha por la paz y contra el fascismo.
MEDiOS DE COMUNICACIÓN
Muy alejados de su función de informar objetivamente todo cuanto estaba aconteciendo, los medios de comunicación dominados por la derecha alentaron la violencia desde sus redacciones.
Nuevamente los grandes medios de noticias, por su labor de infundir pánico a las audiencias, jugaron su papel como un actor de peso en los hechos. Imágenes manipuladas dieron la vuelta al mundo para diseminar su discurso de una guerra civil en el país.
Los usuarios de las redes sociales como Facebook y Twitter denunciaron minuto a minuto la falsedad de las fotografías atribuidas a la represión por parte de los cuerpos policiales bolivarianos, cuando en realidad pertenecían a las protestas de hace 3 años de los estudiantes en Chile.
Otra de las fotos que se esparcieron como pólvora fue la de una multitudinaria marcha que se adjudicó a la concentración de la oposición, cuando realmente era de una procesión religiosa a la Divina Pastora, llevada a cabo el pasado 12 enero, en la ciudad de Barquisimeto en el estado Lara.
Esa gran operación descontextualizada incluyó también el uso de titulares que llamaban al caos y a la ruptura del orden democrático.
Sin embargo, estos espacios no informaron sobre los continuos llamados a la paz del presidente Nicolás Maduro y los diferentes organismos del Estado, ni se refirieron al Plan Nacional de Pacificación que será presentado este viernes.
RENDIR CUENTAS ANTE LA JUSTICIA
La fiscal general, Luisa Ortega Díaz, sostuvo que los responsables de los hechos violentos deberán rendir cuenta ante la justicia por sus acciones, mientras alertó que lo ocurrido el miércoles “pueden ser las primeras acciones que conduzcan a repetir el escenario del 11 y 12 de abril del 2002”.
Con las agresiones “pretenden impedir que hagamos nuestro trabajo de hacer justicia, pero no nos van a detener, vamos a continuar”, expresó durante su intervención en una concentración del pueblo chavista en las afueras de la Fiscalía, en Caracas.
“La investigación sigue avanzando, tenemos todo grabado y registrado fotográficamente, eso nos garantiza que vamos a determinar los responsables de cada uno de los hechos”, señaló.
Por su parte, el ministro de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, advirtió que esas acciones no tienen fin social, ni son hechos espontáneos, sino que “persiguen un propósito conspirativo y son ejecutadas por grupos fascistas adiestrados dentro y fuera del país”.
Estas acciones, forman parte de la serie de maniobras que desde el 2010 gesta una organización radical de la derecha “para conducir al país a una salida irracional, inconstitucional y violenta”, agregó.
En ese sentido, manifestó que el antecedente más lejano a esta organización fue la reunión efectuada en México en octubre del 2010, organizada por Gustavo Tovar, presidente de la organización no gubernamental Humano y Libre, cuya finalidad era “adiestrar en métodos de desestabilización violenta a un grupo de líderes estudiantiles y de la juventud de un movimiento de extrema derecha venezolana”. Dicho encuentro fue financiado por el banquero Eligio Cedeño y Otto Reich, exsubsecretario de Estado de EE.UU., acotó.
A su vez, el canciller Elías Jaua ratificó que no habrá impunidad en el caso de los grupos fascistas ya que el Gobierno Nacional está trabajando por el bienestar del pueblo venezolano.
ACCIONES REPUDIABLES
Los analistas políticos venezolanos y moderadores del programa de opinión Golpe de Timón, Nicmer Evans y Heiber Barreto, compartieron con Granma sus consideraciones sobre lo sucedido y destacaron el repudio de gran parte de la población hacia esos hechos.
Evans comentó que el hecho de que se hiciera pública una conversación entre Fernando Gerbasi y Carratú Molina (altos personeros de la oposición venezolana), horas antes de la manifestación, donde se expresaba claramente que se esperaba “otro 11 de abril” del 2002, incrimina a todos los actores involucrados en una convocatoria que condujo a muertes y heridos.
Para el politólogo determinar los autores materiales e intelectuales de lo sucedido no solo es un deber del Estado, es una necesidad Patria ante la lucha emprendida contra la impunidad y la corrupción, a favor de la paz tan convocada en estos últimos meses.
Que el líder opositor Henrique Capriles se deslinde de las acciones de violencia y de un sector de la oposición que él reconoce como actores que están buscando una vía rápida y violenta para salir del gobierno de Maduro, no lo hace inocente, ni puede hacernos olvidar la gran responsabilidad que tiene en el cúmulo de “arrechera” que él convocó en las últimas elecciones presidenciales del 14 de abril y que produjo 11 muertos a los que se suman tres más, agregó Evans.
Al respecto, Barreto, expresó que luego de estos acontecimientos, los líderes de la oposición Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma, se han empeñado en generar la matriz de opinión de que dirigentes revolucionarios armados atacaron a los pacíficos estudiantes que se manifestaban.
Eso es lo más grave, el intentar repetir la manipulación del 11 y 12 de abril del 2002, dijo el también politólogo, quien alertó, además, de una posible intensificación de las protestas y la manipulación mediática en contra del Gobierno.
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