
El pelotero cubano Yulieski Gourriel saltó este lunes al terreno de juego para realizar las primeras prácticas en Japón, antes de su debut en el béisbol profesional de ese país, donde defenderá los colores del Yokohama DeNA Bay Stars, uno de los seis conjuntos que militan en la Liga Central del certamen de mayor nivel en Asia.
Al sur de Yokohama, en las instalaciones de la sucursal del Bay Stars, el antesalista espirituano trabajó en la jaula de bateo y también fildeó algunos roletazos para entrar en calor, pues su estreno con el equipo grande no debe tardar, teniendo en cuenta la urgencia de Yokohama por un bateador de poder.
La ofensiva del plantel clasifica última en carreras anotadas por encuentro (3,63), extrabases (112), impulsadas (176), average (246), promedio de embasado (312) y slugging (360), siempre por debajo de los estándares de la liga.
Después de más dos horas de intensa práctica, un grupo de aficionados esperaba a Yulieski en las afueras del escenario, donde firmó autógrafos y agradeció a todos por esperarlo.
Gourriel habló en conferencia de prensa para distintos medios, en la que reconoció el alto nivel del béisbol japonés y expresó su voluntad de encontrar lo más rápido posible el ritmo para unirse a su nueva plantilla.
“Estoy muy contento por llegar al equipo, a la ciudad, y me siento honrado dejugaren representación de Cuba”, añadió Yulieski, quien también declaró a su llegada a tierra nipona su deseo de contribuir para que el Yokohama acceda a la postemporada.
Shigeru Takada, manager general del conjunto, alabó la calidad del cubano y manifestó la intención del plantel de apoyarlo. También dijo que esperan con interés el debut de Gourriel para ver cómo incide en la evolución del equipo, envuelto en dura lucha por salir del sótano de la Liga Central, donde se encuentran con 21 victorias y 30 derrotas, a 9,5 rayas de los punteros, el Hiroshima Toyo Carp.
Cepeda, buen ritmo impulsor
En el mismo circuito juega el cubano Frederich Cepeda desde hace un par de semanas, en las que aún no ha mostrado toda su calidad madero en ristre, en especial en el average ofensivo, apartado en el que se encuentra muy por debajo de sus posibilidades reales.
El patrullero espirituano batea solo 163, con promedio de embasado de 302, fruto de siete imparables en 43 turnos, indicadores que no se corresponden en lo más mínimo con sus guarismos en la torneo doméstico cubano o en la selección nacional.
No obstante, ha conectado tres vuelacercas y remolcado diez carreras en 14 partidos, lapso en el que lidera al conjunto en impulsadas, por encima de hombres con mucho cartel como el estelar receptor Shinosuke Abe, el portentoso antesalista Suichi Murata (295 jonrones de por vida en Japón) y el veterano de 17 campañas Yoshinobu Takahashi.
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