
Santiago de Cuba.— A las puertas del periodo más intenso del verano, con la Fiesta del Fuego, sus esperados carnavales, y los días de sol y playa, Santiago de Cuba despliega las fuerzas y medios técnicos con la población e importantes sectores, en una apremiante batida por la eliminación de criaderos del mosquito Aedes aegypti.
Debido a su capacidad de adaptación, sus conocidos hábitos domésticos y las condiciones medioambientales existentes, el peligroso vector está presente hoy en todas las áreas de salud de esta ciudad, donde algunas de ellas presentan altos niveles de infestación.
Ante esa situación las principales autoridades del Partido y el Gobierno en la provincia, aseguraron que no se escatimarán esfuerzos ni recursos en una tarea donde Salud Pública y Servicios Comunales, contarán con el apoyo de combatientes de las FAR y el MININT, de la Agricultura y entidades de la Construcción.
Desde luego, siempre será insustituible el papel de la comunidad, pues confiadas en que ningún otro país invierte en medio de la crisis económica mundial tanto como Cuba para proteger a la población, muchas personas se desentienden de la responsabilidad que les atañe ante el astuto mosquito.
ACCIONES INTEGRALES
“Basados en la experiencia adquirida en la vigilancia y lucha antivectorial —señala el doctor Jorge Alberto Miranda Quintana, director provincial de Salud—, estamos acometiendo acciones integrales cuadra por cuadra, en los centros de trabajo y la periferia suburbana, para cerrarle toda brecha posible al insecto.
“Directamente en la campaña —añade—, tenemos más de tres mil hombres y mujeres, que acaban de recibir 250 nuevos técnicos en higiene y epidemiología, están nuestros médicos, enfermeras y dirigentes, quienes apoyados por trabajadores y combatientes movilizados, despliegan tareas de saneamiento ambiental.
“Se trata de cosas que ningún otro país realiza, ya que después de la información educativa con la población viene la pesquisa sobre cualquier caso febril presentado, se lavan y cepillan los tanques bajos, aplicamos el abate y la fumigación de los domicilios, y en el entorno la chapea y recogida de desechos de todo tipo”.
Junto a ellos, la dirección de la provincia ha activado fuerzas y medios especializados en la fumigación de barriadas con equipos de alta productividad, solución de salideros de agua y problemas de drenaje, la eliminación de los microvertederos, y la labor informativa a través de altoparlantes instalados en vehículos.
El esfuerzo y monto económico, pues debe señalarse que las toneladas de abate consumidas mensualmente cuestan miles de dólares y los carros gastan 200 litros de combustible por jornada de fumigación, sería en vano sin la acción de los moradores, que son quienes dominan los sitios más vulnerables en hogares y barriadas.
Para corroborarlo bastó un recorrido por el centro urbano Antonio Maceo, donde se encontraron no pocas viviendas cerradas al paso del personal de la campaña, el esparcimiento indiscriminado de desechos sólidos, y salideros de agua en sitios con casos febriles en observación.
Tanto vecinos como Mileydis Poll Figueredo, la técnica de la campaña Maridalia Fariñas Torres y los operarios Pedro Morales Paneque y Lázaro Figuera Tamayo, explicaron que a la morosidad de las entidades correspondientes, en este caso se sumó la sustracción de los contenedores para basura, por elementos inescrupulosos, lo cual atenta contra la higiene comunal.
NINGÚN CABO SUELTO
“Siempre resulta imprescindible reiterar la percepción de riesgo en la población —precisa el doctor Miranda Quintana—, porque nuestro pueblo debe saber que aun cuando este año no tenemos fallecidos por dengue, esa enfermedad mata, y es más complicada ante la actual circulación de varios serotipos.
De ahí —insistió— además de la participación consciente en las labores de prevención, se impone ante cualquier manifestación de fiebre o demás síntomas divulgados acudir de inmediato a los centros de salud, donde contamos con profesionales entrenados y todos los recursos necesarios para la atención de los casos”.
Al Hospital Clínico Quirúrgico Doctor Juan Bruno Zayas corresponde la asistencia a embarazadas, nefrópatas y enfermos de VIH-Sida, que al decir del doctor José Enrique Vázquez Sarandese, especialista de Segundo Grado en Medicina Interna, están junto a niños y ancianos en el segmento más vulnerable.
“Apegados a los valores de nuestra medicina —expresa el también Máster en Enfermedades Infecciosas—, estamos en el deber de decir que el dolor abdominal, vómitos reiterados, hipotensión arterial, sudoración profusa y el sangramiento en mucosas, se encuentran entre los signos de alarma que no deben soslayarse.
“Ningún paciente debe quedarse en casa, ya que con todas las condiciones materiales y humanas requeridas para enfrentar cualquier evento epidemiológico importante, el ingreso previene posibles complicaciones, garantiza el diagnóstico más certero y constituye la medida principal para evitar la transmisión de la enfermedad”.
“Como se aprecia, en ese empeño de edificar una ciudad cada vez más bella, higiénica, ordenada y disciplinada, Santiago de Cuba no entiende de cabos sueltos en ninguna dirección. La organización y el control de cada tarea se lleva ‘a punta de lápiz’, especialmente en el accionar del personal de vigilancia y lucha antivectorial.
“Si nuestro Estado no escatima ni un centavo en este batalla millonaria —enfatiza el doctor Miranda Quintana—, debemos tener bien claro que preservar la salud de nuestro pueblo a toda costa, es la misión que llevaremos adelante junto a todos los santiagueros, que bien merecen un verano feliz”.
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