jueves, 17 de julio de 2014
Marcelo Colussi (especial para ARGENPRESS.info)
Intentar denigrar a alguien diciéndole que es un “¡hijo de trabajadora sexual!”, insulto por lo demás raro (¿quién lo proferiría así?), puede resultar hilarante, disparatado incluso. Por el contrario, ser un “¡hijo de puta!” tiene un peso categórico, lapidario. Ser “puta” en nuestra occidental y cristiana sociedad, conlleva una carga de discriminación muy difícil de soportar. El cuerpo femenino, desde toda una historia milenaria, es el lugar del goce… y de la indecencia. Vender servicios sexuales está estigmatizado, aborrecido.
Pero, ¿qué dice de ello alguien que por años se dedicó a ese oficio? Adriana Carrillo (Samantha), 33 años, es hoy la Coordinadora Nacional de la Red Latinoamericana y del Caribe de Mujeres Trabajadores Sexuales -REDTRASEX- Capítulo Guatemala (con sede central en Buenos Aires, Argentina) y Coordinadora de la guatemalteca Asociación Mujeres en Superación -OMES-. Definitivamente la cuestión es mucho más compleja (¡infinitamente más compleja!) que una cuestión de “dudosa moralidad”, que “mujeres de vida fácil”, que “vicios” o “pecados”. En todo caso, se presentifican allí ancestrales mitos y prejuicios, hipocresías y dobles discursos que, si bien están aún muy lejos de desaparecer, al menos comienzan a cuestionarse. (más…)