Seguidores del pensamiento de José Martí
Por David G. Gross*/Martianos–Hermes–Cubainformación.- Antes de comenzar a desarrollar mis ideas respecto al tema, déjeme decirle que a mí no me agrada la democracia. Nunca me creí desde niño el cuentecito de que en la Antigua Grecia el pueblo se reunía para votar por los principales asuntos de la nación. Más tarde ya en el bachillerato pude saber, mientras estudiaba para persona decente más o menos en un colegio católico, que en el Demos podían levantar las manos nada más que las personas con capital y que fueran letrados, o sea que la afirmación de que todos tenían ese derecho era una pura mentira trasladada hasta nuestros días.
De acuerdo a los manuales sobre democracia que reparten algunas ONG en diferentes lugares oscuros de nuestro Planeta y en naciones acusadas de ser terroristas o apoyar esa manifestación criminal aunque nunca hayan, algunas de ellas bombardeado a nadie, sus pueblos oprimidos deben tumbar al gobierno que tienen para obtener los “derechos humanos” de votar en las elecciones y ocupar puestos públicos democráticos, pertenecer a la policía y al ejército democrático, escribir y quejarse a los periódicos y medios de prensa democratizados y rezar u orar a Dios libremente y de forma democrática poder salir a la calle y expresar sus ideas democráticamente.