
Aprovechar las potencialidades endógenas de los territorios y concertar alianzas en el marco de las Naciones Unidas y en el de los países de América Latina, para el progreso de planes de desarrollo local y políticas públicas, fueron algunas de las líneas temáticas retomadas en la última jornada del encuentro regional Dinámicas de Población, Territorio y Desarrollo Local.
Bajo el concepto de que las personas han de ser el objeto-sujeto de todo desarrollo y de que este siempre debe partir de la dimensión poblacional se presentó también, por el Centro de Estudios Demográficos de la Universidad de La Habana (Cedem), la experiencia de Cuba en la realización de proyectos de capacitación e investigación basados en esa premisa.
¿Cómo incorporar el enfoque de la relación población-desarrollo local a los planes y políticas públicas en los municipios y las provincias del país, cómo fortalecer las capacidades gubernamentales, institucionales y académicas a nivel nacional, territorial y local para la aplicación de sus políticas? Son interrogantes que están guiando el trabajo y proyecto del Cedem en el país.
El Doctor Antonio Aja, director de la institución, explicó que en el escenario de Cuba —marcado por un acelerado proceso de envejecimiento poblacional, bajos niveles de fecundidad y saldo migratorio externo negativo— se impone contar con políticas públicas que accionen sobre esa realidad desde lo local.
“Hoy el municipio se visualiza como espacio fundamental para el desarrollo, con personalidad jurídica propia, y como escenario clave donde la sociedad espera encontrar respuesta a sus necesidades económicas, materiales y espirituales. Esa renovación del concepto municipal implica capacitación a los gobiernos locales, la sociedad civil, los medios de comunicación, caracterización sociodemográfica y medioambiental y producción de estadísticas para el desarrollo. Justamente es de lo que se ha estado ocupando la academia cubana”, subrayó.
El especialista advirtió que el proyecto de Población y Desarrollo diseñado por el Cedem —el cual contiene cursos, asesorías, herramientas para diagnóstico demográfico e investigaciones con el objetivo de descentralizar capacidades y conocimientos— no hubiera avanzado sin la cooperación del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA). “A partir de la alianza se pudo ampliar el alcance iniciado en los territorios del país, mejorar las capacidades técnicas aún más y aumentar la visibilidad de los temas demográficos”, apuntó.
En académico expuso los principios organizativos en los que se basa esta experiencia, y subrayó entre estos los lineamientos económicos y sociales como base de la estrategia y ejecución del actual proceso de construcción de un socialismo próspero y sostenible.
Mencionó además que esta estrategia parte de la utilización de la cultura de participación con un marcado carácter movilizativo, y una alta propensión a la cooperación.
El especialista comentó que entre los principales resultados se destacan la creación de la Red de Estudios de Población en provincias como La Habana, Villa Clara, Ciego de Ávila, Holguín y Santiago de Cuba, y en 16 municipios de estos territorios, lo cual ha propiciado entre otros indicadores, el estudio de los movimientos migratorios internos, internacionales, y la urbanización.
Una lección queda clara a partir de este proyecto, la importancia de que las capacidades adquiridas en estos diez años perduren aun cuando cambien las personas al frente de las estructuras gubernamentales en los territorios.
Deja una respuesta