
Tiempo de hienas. La extensión que el diccionario hace del nombre del animal, es el de “una persona que se comporta sin escrúpulos y con cobardía”
Tiempo de hienas. La extensión que el diccionario hace del nombre del animal, es el de “una persona que se comporta sin escrúpulos y con cobardía”. Tal es la característica de aquellos que actúan en cualquier actividad, sea económica, política o de otra índole, sin ningún tipo de principios. Por ejemplo, en los medios de comunicación no importa difundir información sin respeto a la verdad. Inspirada solo en el propósito de difamar.
De someter al escarnio a cualquier persona con la que se tiene divergencias. El escenario es el medio, pero entiéndase: no como instrumento de la libertad de expresión, sino de los intereses de los propietarios. En otras palabras, la noción de propiedad por encima de un derecho humano fundamental, como es la información veraz, responsable, que oriente a la opinión pública y no que la deforme. Que la induzca al falseamiento de la realidad. A pretender que el producto que se entrega al consumidor de información –y la interpretación–, tiene que responder al criterio de los dueños de medios.