
Fernando Martínez Heredia murió en su puesto de combate. En la madrugada del lunes 12 de junio, mientras escribía en su casa habanera, un infarto cardiaco puso fin a su vida. Contaba 78 años de edad y era reconocido como uno de los más brillantes y consecuentes pensadores cubanos del último medio siglo.
Al crecer en Yaguajay, al centro de la Isla, donde nació el 21 de enero de 1939, fue testigo de la explotación capitalista en un país convertido en neocolonia. Campesinos empobrecidos, mambises preteridos y trabajadores rurales y de la industria azucarera víctimas del tiempo muerto mostraron al adolescente, que ayudaba al padre en el taller de reparación de calzado, una realidad que debía ser cambiada.