
Cuando, el pasado año, se anunció que el Premio Nacional de Televisión era para Gladys Zurbano, a muchos nos sorprendió la noticia. Parecía un reconocimiento que la artista había obtenido desde hacía mucho tiempo, en el cenit de su carrera, y no a los 90 años.
Pero una vez más, volvió a prevalecer aquello de «nunca es tarde si la dicha es buena» y Gladys recibió el premio con una profunda satisfacción. La actriz comentaba en una entrevista para el portal de la TV: «he trabajado mucho, lo esperaba y llegó. Desde ese momento mi vida ha vuelto a revitalizarse».
Una vida entera dedicada al medio televisivo y radial da fe de los méritos de esta mujer, quien desde muy niña comenzó a desarrollar una carrera como artista hasta llegarse a convertir en uno de los rostros más emblemáticos de la pantalla chica.
Fue en 1938, con 12 años, que la niña natural de San Nicolás de Bari, debutó en el conocido programa La Corte Suprema del Arte. Tres años más tarde, en 1941, pasó a formar parte del elenco que fundó la Mil Diez (emisora del Partido Socialista Popular), donde en su condición de «estrella naciente» comenzó a labrar su carrera como actriz radial.
La primera obra que realizó se llamó Turín ñan ñan, una sátira de Carlos Montenegro y luego pasó a integrar la compañía de Teatro Popular, que inauguraba en esa década Paco Alfonso.
La recién estrenada actriz, que durante muchos años usó como nombre artístico Gladys Pinillos (el segundo apellido de su padre), egresó de la Escuela Municipal de Arte Dramático y comenzó a actuar en clásicos dirigidos por consagrados como Antonio E. Vázquez Gallo y Cuqui Ponce de León.
Su carrera despuntó de tal manera que, en una rápida ojeada a su currículo, se registran incursiones en aventuras, radionovelas y programas de RHC Cadena Azul, Radio Salas, CMQ Radio, Radio Progreso y Cadena oriental.

En 1950, con la llegada de la TV, Zurbano pasó a formar parte del elenco primigenio que inauguró la televisión. «Soy fundadora de la televisión, tuve el placer de ver el final de la construcción de CMQ en el edificio actual. Me conozco todo el edificio, los actores éramos como familia», expresó en la mencionada entrevista.
Su carrera como actriz de TV se inició en el programa humorístico Cachucha y Ramón. En el medio televisivo desempeñó no solo roles humorísticos sino también dramáticos, y condujo programas comerciales, culinarios y de costura.
«Hice programas de cocina, como La mesa está servida. En ocasiones sustituí a la maestra Amadita Cañizares. También enseñé a tejer ante las cámaras. Todavía en la actualidad me preguntan sobre tejidos. Interpreté personajes en Cachucha y Ramón, Las Impuras y Tito el taxista».
Su presencia figuró en los elencos de shows como El correo de la risa, Aquí todos hacen de todo, Show de shows, El show de Pepe Biondi, La taberna de Pedro y Desde Adán y Eva. Mientras, como actriz dramática el público de la época la pudo disfrutar varios teleteatros hasta que entre 1957 y 1958, se volcó a las novelas.
Quizá su trabajo más destacado fue cuando —entre febrero y octubre de 1958—, interpretó a la nana María Dolores (Mamá Dolores), en la primera versión televisiva mundial de El derecho de nacer, de Félix B. Caignet, dirigida por Sergio Dore, en el Canal 6.
Gladys fue la primera y única actriz negra que asumió este personaje en televisión, pues todas las actrices que lo desempeñaron en América Latina eran blancas maquilladas.
Al triunfo de la Revolución, al tiempo que se integraba a la Campaña de Alfabetización y a la creación de organizaciones de masas, Zurbano continuó su carrera en la televisión.
Participó en populares espacios como San Nicolás del Peladero, La mesa está servida, Detrás de la fachada, Teatro ICR, El cuento, La comedia del domingo y en las telenovelas La peña del león, Paso hacia la montaña, Oro verde, Defendiendo la vida, Una casa entre dos mundos y Quincalla.
Para el teatro, actuó en obras como Romeo y su prieta, y Cecilia Valdés, esta última con el dramaturgo Roberto Blanco.
A inicios de la década del 80 retomó sus clases de tejido ante las cámaras con la sección Aprendiendo a tejer, en la Revista de la mañana, e integró el elenco de Las Impuras y Sol de Batey, dirigidas por Roberto Garriga. Además actuó en el serial En silencio ha tenido que ser.
Siete años más tarde, se jubiló. «Después de jubilada, caminaba con bastón cuando fui invitada a Mediodía en TV, a Entre Amigos, con Julio Acanda y Pulido, y a Entre Tú y Yo, con Irela Bravo dirigida por Sonia Castro».
Infatigable, comenzó a incursionar en el cine. Figuró en el repertorio de varias coproducciones con el Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos: Nazca (1990, Cuba-España, junto a Paco Rabal) y La vida de George Weeth (Cuba-Alemania).
Igualmente, trabajó en filmes como Reyna y rey, de Julio García Espinosa; El elefante y la bicicleta, de Juan Carlos Tabío; La Dama del río, producida por la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) de San Antonio de los Baños;
La anunciación, dirigida por Enrique Pineda Barnet; Chico y Rita, producción de la EICTV, del español Fernando Trueba; y más recientemente, en el 2014, en La emboscada, bajo la dirección de Alejandro Gil.
Gladys Zurbano fue una de las actrices más versátiles de la televisión y una de las más sencillas también. En la entrega del Premio Nacional de Televisión, a la cual no pudo asistir por motivos de salud, su hija Gladys Nieto compartía con los presentes las palabras de su madre: «Al conocer la noticia mami dijo: ¡Lo logré, finalmente me reconocen la labor que he hecho para todo el pueblo!».
Y aunque no era el único premio que había recibido —fue condecorada en varias ocasiones por el Sindicato de la Cultura y la Radio— sí parecía ser el más importante. La artista quiso que el de Televisión fuera un premio de gratitud que ella le hacía a sus compañeros del ICRT y al pueblo de Cuba.
Tres días después de cumplir 91 años, este 5 de junio Gladys Zurbano Lanza falleció en La Habana.
Para las más jóvenes generaciones dejó dicho, como quien aún acuna en su regazo al pequeño Albertico Limonta*: «estudien mucho, supérense, brinden lo mejor de sí con amor». Como hubiera aconsejado la mismísima Mamá Dolores.
*Personaje protagonista de El derecho de nacer.
Fuente: http://www.granma.cu/cultura/2017-06-27/ay-mama-dolores-27-06-2017-20-06-03
Deja una respuesta